tag:blogger.com,1999:blog-35653228604184448742024-02-27T19:33:59.004+01:00Or education or almost nothingThis is an education website. Our purpose is always both the adherence to the Europa International School Ideology and to the circumstances of the present world in which our pupils are educated and the future world in which they will become adultsEAChttp://www.blogger.com/profile/12141002931864215749noreply@blogger.comBlogger33125tag:blogger.com,1999:blog-3565322860418444874.post-77557936810473841652021-01-17T10:37:00.019+01:002021-01-31T20:22:14.550+01:00Víctimas de la botellona<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">La otra tarde, al poco de oscurecer, el termómetro ya marcaba cuatro grados. Seguro que la sensación térmica sería aún más baja. Apenas había gente en la calle salvo esos incombustibles adolescentes que acostumbran a “adolescentear” en esa esquina tan mal iluminada. Estar allí era un flagrante atentado contra el sentido común. Sin embargo, allí estaban, los de siempre, donde siempre, haciendo lo de siempre...</span></p><span id="docs-internal-guid-792d422e-7fff-b3b8-ebd4-d7775b89245f"><div><span><br /></span></div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitLhQVlMfPisbbs3S-armksh3NuwdpJur8zDKGan3qJeVnoGd8d_i_Baq6IjTgMLyG5R4gjzj2BKkCsp2IH-_KvnNnewPVuVSnRKsArtG-Ne7TSld4Ykgvf4sN5S7PQrilI6cHXQ5kTwQ/s667/jovenes-haciendo-botellon.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="375" data-original-width="667" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitLhQVlMfPisbbs3S-armksh3NuwdpJur8zDKGan3qJeVnoGd8d_i_Baq6IjTgMLyG5R4gjzj2BKkCsp2IH-_KvnNnewPVuVSnRKsArtG-Ne7TSld4Ykgvf4sN5S7PQrilI6cHXQ5kTwQ/w400-h225/jovenes-haciendo-botellon.jpg" width="400" /></a></div><br /></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">¿Qué impulsa a estos adolescentes a echarse a la calle en una noche tan fría y a ponerse a “adolescentear”? Es decir, ¿qué les incita a consumir alcohol, tabaco y presumiblemente otras sustancias más tóxicas y adictivas, a hablar a gritos, a recostarse en unos coches que no son los de sus padres y a prescindir -en estos dolorosos tiempos de pandemia- de la mascarilla y de la distancia de seguridad?</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><br /></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Cuenta Robert Sapolsky que las cuevas de Las Montañas de California forman un sistema de cavernas subterráneas que conduce, después de un descenso estrecho y serpenteante de diez metros, a una caída abrupta de más de cincuenta metros que hay al otro lado de un angosto agujero que no es nada fácil atravesar. En el fondo de la cavidad los espeleólogos han encontrado esqueletos de una antigüedad de siglos de los exploradores que en la oscuridad dieron el paso de más, el imprudente paso que les hizo precipitarse al vacío. Tales esqueletos, sentencia Sapolsky, siempre son de adolescentes.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La anécdota bien pudiera elevarse a categoría y tomarse como síntoma de la deficiente evaluación de riesgos que el adolescente acostumbra a hacer de su comportamiento: aquellos de California, dando un paso de más y estos de Sevilla, bebiendo al raso en una gélida noche de invierno en pleno recrudecimiento de una pandemia de la que ellos no son sus más frecuentes víctimas pero sí uno de sus principales vectores de contagio. Sí, resulta muy irritante que los adolescentes antepongan su diversión a la salud de sus familias. Quizás sea por ello que el botellón, que lleva lustros invadiendo impunemente la vía pública, ahora parece tener más contestación social que nunca.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Entonces... <b>¿por qué los adolescentes “adolescentean”?</b> Los neurocientíficos responden que el cerebro del adolescente acusa un retraso madurativo de aquella específica región que nos hace más distintivamente humanos. Se trata de la corteza frontal y más en particular el lóbulo prefrontal, tanto el segmento ventral como, sobre todo, el dorsolateral. Resulta muy llamativo que sean precisamente las regiones cerebrales de las que depende nuestra distintiva humanización, las que menos determinación genética tienen y las que, por tanto, más expuestas quedan, para bien y para mal, al impacto del medio.</span></p><div><span><br /></span></div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdfUWPBYdaT7nnsg05m53OSXivNdfKb_5lAWgtndjKfowVm6tzTOxz_RY2Yi5Vk0n4h16MsVaOU5ELSP2l80GjK8fOhB-awMXj6V1BtO_y5jmAIFZldWUxCbwF0ANo8Tvtu_47TuLYsBE/s608/ceebro+adolescente.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="342" data-original-width="608" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdfUWPBYdaT7nnsg05m53OSXivNdfKb_5lAWgtndjKfowVm6tzTOxz_RY2Yi5Vk0n4h16MsVaOU5ELSP2l80GjK8fOhB-awMXj6V1BtO_y5jmAIFZldWUxCbwF0ANo8Tvtu_47TuLYsBE/w400-h225/ceebro+adolescente.jpg" width="400" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">De lo contrario, sería harto improbable que el hombre pudiera ser el animal social tan sumamente complejo que evolutivamente ha acabado siendo. No deja de ser un tanto irónico que el programa genético del desarrollo cerebral humano haya evolucionado para, en cierta medida, liberar al lóbulo frontal de los genes. Gracias a este avatar el hombre no está genéticamente “cerrado”, sino biológicamente “abierto” y por eso la cultura, de la que es su autor y su producto, es posible.</span></div></div><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Eso sí, entre otros costes, el precio de esta admirable anomalía es la vulnerabilidad del individuo cuando irrumpe en la pubertad. Mientras madura el lóbulo frontal (de su región ventral dependerá el control emocional y de la dorsolateral el cognitivo), el estriado ventral lo suple como puede... solo regular.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Pero hasta que el cerebro, en dicha región, no “pode” las neuronas funcionalmente ineficientes y acabe de </span><span style="font-family: Arial; font-size: 14.6667px; white-space: pre-wrap;">mielinizar </span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">el resto, el adolescente difícilmente podrá evitar su característico “adolescenteo”; es decir, errar en la evaluación del riesgo de sus comportamientos, llegar tarde a sus emociones hormonalmente descontroladas, ver el mundo desde la egoísta “mirilla” de su estrecho placer, sentirse fatalmente fascinado por la experimentación de la novedad, etc.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El hombre anatómicamente “moderno” apareció hará unos 200.000 años y el hombre comportamentalmente “moderno”, unos 40.000. Hay que presumir que, desde entonces, su cerebro no ha experimentado ningún cambio evolutivamente relevante. Quiere decirse, por tanto, que desde entonces el hombre "tiene" adolescencia.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Sin embargo, esta adolescencia de hoy, la de la botellona, es un constructo cultural contemporáneo: por un lado, la mejor nutrición -que ha adelantado la irrupción de la pubertad- y, por el otro, la ampliación de la edad de escolarización y por tanto el retraso de la incorporación al mercado laboral y de la paternidad, han generado un “hueco” biográfico que antes nunca había existido. Es esta adolescencia.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Por ejemplo, mi padre. Con doce años entraba con su amigo Felipe en melonares vecinos, se bañaba en las albercas de las huertas de Torredonjimeno y Torreperogil, y se saltaba el cercado de Los Cantones de Porcuna para coger higos... </span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">¿Fue esta su adolescencia? ¿se podría decir que estas “correrías” iban a cuenta de la inmadurez de su lóbulo prefrontal? ¿que esas “chiquilladas”, que tanto enfadaría a los propietarios de aquellas huertas, son el equivalente de estas “botellonas”, que tanto molestan al vecindario? Salvadas las distancias, probablemente sí: una atinada estimación del riesgo de estas conductas, a cargo de un prefrontal maduro, le hubiera hecho desestimar la idoneidad de entrar en esas propiedades.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Pero mi padre, entre la niñez y la madurez social, no tuvo tantas "estaciones" intermedias como ahora se reconocen: preadolescente, adolescente, joven, joven adulto... Con doce años una guerra le estalló en su cara y ya entonces el trabajo formaba parte de su vida cotidiana. No era explotación infantil, qué tontería, sino máxima cooperación familiar. Entonces vivir tenía mucho de sobrevivir y a ello todos habían de contribuir.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">En el caso de mi padre, a</span><span style="font-family: Arial; font-size: 14.6667px; white-space: pre-wrap;">quella parte del cerebro que nos hace más distintivamente humanos</span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;"> hubo de madurar en un tiempo cuyo principal afán era mantenerse materialmente "agarrado" a la vida. En bastante, la vida consistía en vencer a la propia vida. Esto hizo de mi padre un hombre particularmente esencial y recio, sobrio y luchador.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: center;"><br /></p><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7JWwbBB64physYIwejYGd2NwejwmFE4tBAOLzZblnOzrGkq_u6R1UptbtEPnTwO0U5ku-IT5C7ZgoM1sie80ggOlbFwa6oo80eD_5EsEA4O4QPI6NgDiWhZ_iSvQYYKUXQcE3qCJX6NE/" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="274" data-original-width="389" height="281" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7JWwbBB64physYIwejYGd2NwejwmFE4tBAOLzZblnOzrGkq_u6R1UptbtEPnTwO0U5ku-IT5C7ZgoM1sie80ggOlbFwa6oo80eD_5EsEA4O4QPI6NgDiWhZ_iSvQYYKUXQcE3qCJX6NE/w400-h281/image.png" width="400" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">Pero a la genérica pregunta de por qué los adolescentes “adolescentean” le sigue la pregunta más particular de <b>por qué estos adolescentes de hoy “adolescentean” de la manera en que lo hacen</b>. El ejemplo de mi padre ayuda a ilustrar como cada generación “adolescentea” conforme a sus específicas circunstancias, lo cual no es sino una evidencia de esa cierta indeterminación genética de la que una parte del cerebro humano se puede beneficiar.</span></div></div><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Lamentablemente, "adolescentear" haciendo botellonas, entendiendo que la diversión consiste en el consumo callejero de alcohol, no es nuevo. Los padres, las autoridades y la ciudadanía, ya se habían resignado a ello. Pero ahora la pandemia ha dado otra dimensión al fenómeno, amplificando su endiablada problemática.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Acostumbrado a bregar con adolescentes -aunque no los exculpo de las consecuencias de su desmedido “adolescenteo”: la adolescencia explica pero no justifica- sí considero que los padres en no pocas ocasiones son más</span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;"> responsables de los actos de sus hijos que los propios adolescentes.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La sociedad padece el “desvanecimiento” general de la autoridad. Es una tesis que Massimo Recalcati repite una y otra vez en sus ensayos. Le ocurre a los padres, a los maestros... incluso a los mismísimos agentes del orden público. Aún son “relativamente” cercanos los tiempos en los que el abuso de la autoridad -el autoritarismo- estaba socialmente asumido. </span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">Quizás eso ayude a entender que en la actualidad se haya pasado de aquel extremo autoritarista a este otro en el que lo socialmente aceptado es una suerte de “diálogo” en el que se difuminan esos límites que, aun sin resabio alguno de autoritarismo, tienen que existir entre padres e hijos, entre maestros y alumnos, para no incurrir en una perniciosa "horizontalización" de los vínculos que termina extraviando todo sentido de "verticalidad" y acaba confundiendo la identidad y el desempeño de cada quien.</span></p><div><span><br /></span></div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgO9TSK_f15vUTh9Q5e3sXmW6nHJBkG2p6u88CVsel1YlBOcBF6osenQL8OukZ61kdlDP4jWYBcgMw_lDP_Htp9IfQdNksP0j45e4qWPHNFmRdMlWbocewpREuO6FTv1MoEiCHQ06QdGts/s280/padres+tontohabas.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="280" data-original-width="250" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgO9TSK_f15vUTh9Q5e3sXmW6nHJBkG2p6u88CVsel1YlBOcBF6osenQL8OukZ61kdlDP4jWYBcgMw_lDP_Htp9IfQdNksP0j45e4qWPHNFmRdMlWbocewpREuO6FTv1MoEiCHQ06QdGts/w357-h400/padres+tontohabas.jpg" width="357" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">Avanzando por este camino es como, inadvertidamente, se llega a esta extrema y reiterada situación en la que los padres no “saben” qué hacer con sus hijos adolescentes, y a no tener los arrestos para decirle "no" ni la autoridad para que su "no" tenga efecto performativo y sea "ley" que reclama y consigue el respeto y el cumplimiento de los hijos. Sin duda, que muchos adolescentes se echen a la calle a hacer botellona, aunque no sea la única razón, tiene bastante que ver con este “desvanecimiento” de la autoridad de sus padres.</span></div></div><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Regreso al ejemplo de mi padre. Él fue “adolescente” en unas circunstancias en las que la mayoría de la gente llevaba una vida carente de casi todo lo que no fuese esencial. No es el caso de los adolescentes de hoy, en esta sociedad hiperconsumista. Si aquellos fueron tiempos esenciales y duros: tan esenciales seguramente por tan duros; los de hoy </span><span style="background-color: white; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">son banales y hedonistas: </span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">tan banales seguramente por tan hedonistas.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Si entonces el propósito era afianzarse “materialmente” en la vida para, a toda costa, vivir, ahora el propósito es afianzarse “materialistamente” en ella para, también a toda costa, disfrutar. Quizás a los de entonces, vista a toro pasado su prometeica vida, les faltara sentido lúdico y festivo y, en cambio, les sobrara espíritu de sacrificio y de laboriosidad. Pero es que en el último medio siglo la sociedad se ha ido pendularmente al extremo opuesto y si antes la vida era trabajo, trabajo y trabajo, ahora es disfrute, disfrute, disfrute. </span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">Y tan penoso es que el trabajo no deje vivir, como que la postmoderna degradación del estado de bienestar impida saber que la vida, de veras, </span><i style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">est magni laboris</i><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">, es decir, un gran "quehacerse".</span></p><div><span><br /></span></div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgILdl9wK-svuEwUFEI4F4Xpbl2POajkUET8D2eF6uhpyuZJ930vThOeFPCB1KJ3NZ9UhDpedll9V390PK8Gg79oNs5zECoMFVd203vK5ex4JBPVXoneof889sGcKUNSAHqGIXt2pXR31w/s630/mano+que+se+dibuja.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="472" data-original-width="630" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgILdl9wK-svuEwUFEI4F4Xpbl2POajkUET8D2eF6uhpyuZJ930vThOeFPCB1KJ3NZ9UhDpedll9V390PK8Gg79oNs5zECoMFVd203vK5ex4JBPVXoneof889sGcKUNSAHqGIXt2pXR31w/w400-h300/mano+que+se+dibuja.jpg" width="400" /></a></div><br /><span><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Cada tiempo se tiene en sus propias creencias y sufre sus propias ideologías. La linde entre la creencia y la ideología es difusa. Por eso, en una época en la que los Poderosos tienen más poder que nunca para “hurgar” en el natural crédulo del hombre, urge releer a Mannheim, a Horkheimer, a Orwell… y así comprender que la botellona, además de lo evidente que tan fácilmente nos entra por los ojos, probablemente sea el icono que mejor visibiliza </span><span style="font-family: Arial; font-size: 14.6667px; white-space: pre-wrap;">en el segmento juvenil </span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">esa polimórfica ideología, ahora imperante, que dicta que la vida, más que nada, es diversión y disfrute, y que la felicidad de uno -una felicidad, por cierto, bastante banalizada- es un deber y una responsabilidad antes de otros que de uno mismo.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">No existe la persuasión de que fuera de uno no hay "salvación" verdaderamente posible ni eficaz para uno mismo. Ni la convicción de que uno es el primer y mejor salvador de su propia vida. Ni tampoco la idea de que uno es autor y protagonista irreemplazable de ella. Extrañamente alguien se siente Augusto Pérez, aquel personaje de <i>Niebla</i> que se subleva contra su Autor, porque no quiere ser mero intérprete de un guión que otro escribe para él.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La conciencia individual se ha diluido en un rarísimo colectivismo que ha emergido en sociedades presuntamente "abiertas", democráticas y liberales, nacidas en contraposición a los regímenes fascistas y comunistas, en los que la masa y el colectivismo eran preeminentes en la constitución y gestión social. Ahora el individuo (por definición, indivisible, irreductible) se diluye en el sinfín de colectivos a los que está adscrito y que conforman esta sociedad de <i>hashtags</i>. Pese al cúmulo de derechos, de conquistas sociales, que tiene en su haber, la vida no parece vivida precisamente por individuos, sino por los colectivos que los aborregan.</span></p><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="580" height="208" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFvyD1IUMJ4h9bQnE3vUEKFBnOdybPxxoRRl9OEF52ZwIBw2tzZfPq5rJjO7mUXQfv2AlOuisidxORpjFYrT2OJ9HvE3cPODdMm06BJmnrSc_L8KHxP8jfkB5QebaPDHPzpcmEGySQ94o/w400-h208/evolucion-personas-borregos.jpg" width="400" /></div><span><div style="text-align: justify;"><br /></div></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Se ha extendido el engaño de que la vida, la buena vida, ciertamente no en el sentido clásico, es posible sin esfuerzo y sin trabajo, sin necesidad de asumir sacrificios, de practicar la superación personal ni de suscitar el ansia de la propia excelencia. Dicho en otros términos, se ha generalizado la mentira de que el estado de bienestar (que no de “bienser”) o es gratis o es otro, no se sabe quién, el que lo paga. La sociedad, el Estado, el Sistema... parece que no es solo responsable subsidiario, sino primero, de cada ciudadano.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Quizás el “felicismo”, esta concepción de una vida siempre “fácil”, “disfrutona”, “gratuita”, “subvencionada”, sea una secularizada secuela de ese tan católico saberse “hombres salvos”, de esa tan reconfortante creencia de que la Salvación es pura Gracia. Y así es como la sociedad ha pasado de la minoría de edad de la religión a la minoría de edad del Estado.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Pero, una vez que el Estado se ha convertido en “pagador" y “fiador” del ciudadano, no es de extrañar que también haya acabado arrogándose legitimidad para “educar” sus conciencias y modelar ingenierilmente su mundo intelectual y moral. Desde luego no hay mejor prisionero que el que, alimentado con el homérico azofaifo, pierde el anhelo de ser libre. Para ello, el Poder nunca tuvo tanto poder como el ingente poder que ahora le otorga la omnipotente tecnología. Ni la contemporánea educación universal, ni el moderno monopolio estatal de la fuerza ni la milenaria "tánato-técnica" de la religión, dieron tanto poder al Poder.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsCsQNhPv0RTzHGpSdGkoEtFyDo7Kd_rRPCAklBLX8Ub6neOXZ8YK6RT2sXaUYVElwlosUWLbOAI7Q9Qvp4hZboK5my3LsoIC5OB14EWL5JAaDHuJDnRYFC76FodQbWnIsIwKsOwbC89c/s512/papa+estado.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="210" data-original-width="512" height="164" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsCsQNhPv0RTzHGpSdGkoEtFyDo7Kd_rRPCAklBLX8Ub6neOXZ8YK6RT2sXaUYVElwlosUWLbOAI7Q9Qvp4hZboK5my3LsoIC5OB14EWL5JAaDHuJDnRYFC76FodQbWnIsIwKsOwbC89c/w400-h164/papa+estado.jpg" width="400" /></a></div><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">La lastimosa estampa de los de siempre donde siempre, haciendo lo de siempre, me lleva a pensar que mañana o no les aguarda ninguna responsabilidad o que, si les aguarda, no pasa nada si incumplen con ella, o que dicha responsabilidad es tan <i>light</i> que apenas les demanda dedicación y esfuerzo. Lamentablemente, son víctimas de un sistema educativo que, sin quererlo sus educadores, les induce a creerse que la vida es posible sin esfuerzo, a ignorar que es un colosal “quehacerse” y que acostumbrarse a hacer nada es hacer mucho, es lo mismo que “deshacerse”.</span></p><br /></span><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyqOn2eYqGX_khRqiLkMIQonyuuWSR8LTr-11P9nptQCYXCPtl5HbAUaRVaYzwcajkOt49BmusbrSYW6ysvpDYSm0aVRQPeQNC4WQp5M4YYsNTtnoTgHHprWPgShcUV_7HiuDiTDUFtvM/s728/hacer+nada.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="498" data-original-width="728" height="274" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyqOn2eYqGX_khRqiLkMIQonyuuWSR8LTr-11P9nptQCYXCPtl5HbAUaRVaYzwcajkOt49BmusbrSYW6ysvpDYSm0aVRQPeQNC4WQp5M4YYsNTtnoTgHHprWPgShcUV_7HiuDiTDUFtvM/w400-h274/hacer+nada.jpg" width="400" /></a></div><br /><span><br /></span></div>EAChttp://www.blogger.com/profile/12141002931864215749noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3565322860418444874.post-50998849675221925472018-01-08T15:01:00.000+01:002018-01-08T19:07:07.936+01:00“Umbral ok”, la trampa de los alumnos “inteligentes”. Esfuerzo, motivación y aprendizaje.<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Hay alumnos que crecen cómodamente apostados en ese “umbral ok” que años atrás -con el tácito consentimiento de sus padres y educadores- pactaron consigo mismos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Suelen ser alumnos sin más problemas de aprendizaje que los que se derivan de su <b>discreta disposición al esfuerzo</b>.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVHFTeDJ8QVhDTwnui7SZTQdUNTImLDl2lJkeT66XMLdq9xBhP26-uo3DO6AKR-lDZ-9__J9kj3dRLtShGHWmzARndrMG_aRlhDrZcUs-hnLpv6-48J7bP66Y9zZjBkL7JBR6Y_D5Wuhk/s1600/cultura_esfuerzo3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="264" data-original-width="400" height="263" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVHFTeDJ8QVhDTwnui7SZTQdUNTImLDl2lJkeT66XMLdq9xBhP26-uo3DO6AKR-lDZ-9__J9kj3dRLtShGHWmzARndrMG_aRlhDrZcUs-hnLpv6-48J7bP66Y9zZjBkL7JBR6Y_D5Wuhk/s400/cultura_esfuerzo3.jpg" width="400" /></span></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<a href="https://www.blogger.com/null" name="more"></a><span style="font-size: large;">A su debido tiempo instauraron satisfactoriamente los fundamentos de la lectoescritura y del cálculo aritmético.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Pero luego el deseo de aprender y la voluntad de esfuerzo decidieron -a hurtadillas- <b>guarecerse bajo un falso pero confortable “techo de cristal”</b>.</span></div>
<div style="text-align: center;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Desde entonces el afán de progreso y de excelencia se les <b>quedó tibiamente estancado</b>. La curva de aprendizaje, que en los primeros cursos seguramente había logrado un valor destacable, se estabilizó; mejor, se atascó.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3J-Xu0Z6exqBHj05azsWfCGjvK7eDrbGbl1veXwt-F6QGyegrf7ec9LYpFUr2pank3tdbZhfHA_d1tNibVcEYoWpS6f2vdD6kqhS82odoWMEHZCWWf4cStKiDpY8xn2uXZZJJazXkKGY/s1600/Grafica+de+crecimiento.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="254" data-original-width="505" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3J-Xu0Z6exqBHj05azsWfCGjvK7eDrbGbl1veXwt-F6QGyegrf7ec9LYpFUr2pank3tdbZhfHA_d1tNibVcEYoWpS6f2vdD6kqhS82odoWMEHZCWWf4cStKiDpY8xn2uXZZJJazXkKGY/s400/Grafica+de+crecimiento.jpg" width="400" /></span></a></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Éstos suelen ser alumnos que se han ido acostumbrando a oír que pueden más, que sus esfuerzos están por debajo de sus capacidades…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Entre padres y educadores -con estos inevitables decires- erróneamente les han hecho creer que son alumnos inteligentes.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Y ellos -consentidos de su presunta inteligencia- no tienen mayores reparos en dejar que los cursos corran casi en balde tratando -eso sí- de <b>minimizar en casa y en el colegio las adversas consecuencias de su paralítico conformismo</b>.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCrt4C9d2QZfDZahz02Hluh63GwWNp7psNG1rnmZz-LRroQH4ME6x9n9T_m1NyUHLijwtn7YLjnuZb3pU5GOl-sorcWMzfuGJ_Px0CCKouIVovW3A-DNZBk9LKU6ED6eqvfJ3A4xo9ZIE/s1600/cultura_esfuerzo4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="412" data-original-width="624" height="263" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCrt4C9d2QZfDZahz02Hluh63GwWNp7psNG1rnmZz-LRroQH4ME6x9n9T_m1NyUHLijwtn7YLjnuZb3pU5GOl-sorcWMzfuGJ_Px0CCKouIVovW3A-DNZBk9LKU6ED6eqvfJ3A4xo9ZIE/s400/cultura_esfuerzo4.jpg" width="400" /></span></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">En el fondo, estos alumnos, igual que a menudo sus padres y educadores, suelen tener la segura confianza de que, apenas ellos quieran, pueden ser esos brillantes estudiantes que hace años se les reclaman que sean.</span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;">Sin embargo, corren el riesgo de que les pase algo así como a la holgazana y engreída liebre de Esopo, que no veía rival digno en la tortuga ante la que <b>finalmente perdió la carrera en un exceso de confianza</b>.</span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMsEv4IOx7cJuELNuKQt79_uO54mGK2d1xP3hymKqckoYkux_A1adDhd0WmGPia5w7CnPiPTb0BFYSvsEeOBAsj9RdWhF4VixcbGtCm4hCLGUvprTvaC6zlDOgX1aLXcTV1VbEkVz4fvc/s1600/fabula-liebre-y-la-tortuga.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="365" data-original-width="590" height="197" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMsEv4IOx7cJuELNuKQt79_uO54mGK2d1xP3hymKqckoYkux_A1adDhd0WmGPia5w7CnPiPTb0BFYSvsEeOBAsj9RdWhF4VixcbGtCm4hCLGUvprTvaC6zlDOgX1aLXcTV1VbEkVz4fvc/s320/fabula-liebre-y-la-tortuga.jpg" width="320" /></span></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<span style="font-size: large;">Dudo de la efectiva “inteligencia” de estos alumnos. Considero que una persona es verdaderamente inteligente cuando logra <b>estar intrínsecamente motivada</b> para disfrutar realizando aquello que es conveniente, importante, decisivo, que haga, y para asumir el esfuerzo que estos cometidos a menudo conllevan.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-kdKOdpjznmfGyT1hTwENUoUDqi-84WquPLwDgk0tqpzAHe5DwMqY_4mAtBoRNVp0HjZUP7PUlPuiAFkO1MJOBdYHgnSulUo44wftIXwtCXKntHEqdtCfL9VSm3POGmExLJRPyuTAW6A/s1600/cultura_esfuerzo5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="154" data-original-width="327" height="187" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-kdKOdpjznmfGyT1hTwENUoUDqi-84WquPLwDgk0tqpzAHe5DwMqY_4mAtBoRNVp0HjZUP7PUlPuiAFkO1MJOBdYHgnSulUo44wftIXwtCXKntHEqdtCfL9VSm3POGmExLJRPyuTAW6A/s400/cultura_esfuerzo5.jpg" width="400" /></span></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Sin trabajo la inteligencia sola rinde mediocremente. <b>El talento solo, sin esfuerzo, no logra genios</b>. La inspiración, decía Picasso, visita a los genios, pero los tiene que sorprender trabajando.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjecfm9BszagcNDCvOBJ_35sfF5pzcgML46la-CXcIi2U0zs9I3sE_kLiji4nbfY-YKhZqBzxZjAt0J0ImgokG0UkI4Rp2jbGa8z4ZPCuWPNAtVS3sQZKnUngz-uS6I_dn6dfoTM-kIkzQ/s1600/Esfuerzo+%25281%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="400" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjecfm9BszagcNDCvOBJ_35sfF5pzcgML46la-CXcIi2U0zs9I3sE_kLiji4nbfY-YKhZqBzxZjAt0J0ImgokG0UkI4Rp2jbGa8z4ZPCuWPNAtVS3sQZKnUngz-uS6I_dn6dfoTM-kIkzQ/s320/Esfuerzo+%25281%2529.jpg" width="320" /></span></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b>Aprender esta lección, en general, es difícil para los alumnos de ahora.</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">En la actual <b>cultura del “homo felix”</b> las carreras de éxito que socialmente se hacen apetecer no se basan en <b>el mérito que reporta el esfuerzo</b>, sino en <b>la volátil fama de la insustancia mediática de los influencers</b>, de los youtubers y demás constructos comerciales que los coolhuntings de la polimórfica industria de la moda (presente en casi todos los sectores de la economía de consumo, incluido el deporte) efímeramente primero crea y luego destruye.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjf1GY0bd1Oh0ProMEcVpxv_h_lWGEYD9N_EdPbQupLp34hjCvknWVvckO1hyphenhyphenOfJuBYeGRcMevUvD_Qjf-hdv7zdIOqxG_Xm5D6Si7tsQroG8AHAggFp5O7A5XyqVvlYq4VafecSnJ5BY0/s1600/Influencer-Phon.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="189" data-original-width="267" height="226" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjf1GY0bd1Oh0ProMEcVpxv_h_lWGEYD9N_EdPbQupLp34hjCvknWVvckO1hyphenhyphenOfJuBYeGRcMevUvD_Qjf-hdv7zdIOqxG_Xm5D6Si7tsQroG8AHAggFp5O7A5XyqVvlYq4VafecSnJ5BY0/s320/Influencer-Phon.jpg" width="320" /></span></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Siempre ha habido alumnos menos predispuestos a trabajar. Pero esto entonces era una cuestión de idiosincrasias personales. Los había sin tesón igual que los había pelirrojos y zurdos... Cada uno era cada uno.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Ahora, en cambio, <b>esta indisposición al esfuerzo es una cuestión cuasi generacional</b>.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Hoy en día se habla mucho de <b>educar la creatividad</b>. Ciertamente, es algo muy importante, pues estos alumnos se habrán de enfrentar a un mercado laboral en incesante recreación tecnológica; más aún, a la creación de una cultura que apenas está recién nacida.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Pero casi nada se habla de <b>la conveniencia de educar a los alumnos en el esfuerzo</b>. Como si el talento y la inteligencia, sin la compañía del trabajo y del esfuerzo, hicieran genios.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEia8gFNVbD8fgTnEM3ttA8RHCaaVJhXd8J6f9WwBKUZ_8A8Xv9hSRwreKXzxpQQZpgC90THx0x0JiO53MdFCXTU7IJfaomjYQDhWP4UqhFf7KSoDOJvctykvyIJCo9yVCZlMb5asNNk9to/s1600/Cultura-del-esfuerzo-02-Magazine-INED21.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="421" data-original-width="700" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEia8gFNVbD8fgTnEM3ttA8RHCaaVJhXd8J6f9WwBKUZ_8A8Xv9hSRwreKXzxpQQZpgC90THx0x0JiO53MdFCXTU7IJfaomjYQDhWP4UqhFf7KSoDOJvctykvyIJCo9yVCZlMb5asNNk9to/s400/Cultura-del-esfuerzo-02-Magazine-INED21.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><span style="color: blue;">En sus investigaciones con niños geniales los neuropsicólogos Chase y Simon concluyeron que </span><span style="color: red;">ninguno de los más talentosos jugadores de ajedrez que tuvieron en sus registros había logrado un nivel de destreza altísimo sin antes haber completado unas diez mil horas de entrenamiento</span><span style="color: blue;">. Es decir el equivalente a pasar jugando al ajedrez 24 horas durante 416 días, ininterrumpidamente.</span></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><span style="color: blue;">Chase y Simon no negaron que en la genialidad exista cierta condición constitutiva, pero sí afirmaron que </span><span style="color: red;">el esfuerzo es indispensable para llegar a ser un genio</span><span style="color: blue;"> de las matemáticas o del violín o del ajedrez o de cualquier otra cosa, y que este entrenamiento, para que sea efectivo, requiere de </span><span style="color: red;">una gran motivación más que de una gran capacidad biológicamente acreditada</span><span style="color: blue;">.</span></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><br /></i></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8aTjVAtw1zvl6_L1VSI4U9_qoGvhPd7dhcdH1Jp7BP2a6DjTAxYyFChxYFXhN3n3fZQrsRKzx5gl_suUUfcV-uNvDlfrvgi1PDXSQ0xkTTeIkhh0TYrbEPVi9qGv1K03tOPR4tGZeUKM/s1600/ni%25C3%25B1o+interrogante.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: blue;"><i><img border="0" data-original-height="194" data-original-width="259" height="239" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8aTjVAtw1zvl6_L1VSI4U9_qoGvhPd7dhcdH1Jp7BP2a6DjTAxYyFChxYFXhN3n3fZQrsRKzx5gl_suUUfcV-uNvDlfrvgi1PDXSQ0xkTTeIkhh0TYrbEPVi9qGv1K03tOPR4tGZeUKM/s320/ni%25C3%25B1o+interrogante.jpg" width="320" /></i></span></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: blue;"><i><br /></i></span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i>Por ejemplo, verificaron que los niños a los que sus padres consideraron sobredotadamente talentosos para algo en especial, se llegaron a creer su genialidad; y también que estos niños a fuerza de ser esforzadamente constantes en el ejercicio de dicho talento, en efecto lo llegaron a desarrollar más de lo común.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><span style="color: blue;">La evidencia experimental obtenida por Chase y Simon fue que </span><span style="color: red;">la zona de desarrollo próximo </span><span style="color: blue;">correspondiente a tales cualidades -esa intuición psicopedagógica que Vygotski tuviera a principios del siglo XX y que luego Merzenich demostró en su laboratorio que sin duda es un hecho fisiológico neuronalmente asentado- s</span><span style="color: red;">e expandió en estos niños por encima de la media</span><span style="color: blue;">.</span></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i>Y es que, en contra de lo que Galton estableció en sus estudios sobre el talento, no parece que sea del todo cierto que el límite de un desempeño dependa -sin más- de la genética, como si el talento fuera un extraño don de la naturaleza, y la disposición personal para hacerlo efectivo y así alcanzar el techo de su máxima realización, en cambio, dependiera enteramente de la libre voluntad del individuo.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1oKEdu415fsk2i1LKdS8TypZMrGepetKuvtmFG-Q2z-0A9wSus9eMigsnpTLFCWKHWyDvjyi0TeammmPFSIDUILoL0LQ3D46U4fjQFQeGSydnxBimh_bKZhTFh5-8goR_FI0rM6zCrV4/s1600/zona+desarrollo+proximo.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: blue;"><i><img border="0" data-original-height="391" data-original-width="816" height="191" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1oKEdu415fsk2i1LKdS8TypZMrGepetKuvtmFG-Q2z-0A9wSus9eMigsnpTLFCWKHWyDvjyi0TeammmPFSIDUILoL0LQ3D46U4fjQFQeGSydnxBimh_bKZhTFh5-8goR_FI0rM6zCrV4/s400/zona+desarrollo+proximo.jpeg" width="400" /></i></span></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: blue;"><i><br /></i></span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><span style="color: blue;">En este sentido, los estudios de Sigman y Gilbert han hecho pensar que </span><span style="color: red;">ni el límite superior del aprendizaje es tan genético ni el camino que conduce hacia éste es tan poco genético</span><span style="color: blue;">.</span></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i>Por un lado, la voluntad, el afán de lucha y el ansia de superación, enseñaron Chess y Thomas, no son rasgos inmutables pero sí llamativamente persistentes a lo largo del desarrollo, dado que tienen una base biológica que dificulta que socialmente sean tan permeables como intuitivamente se suele creer.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><span style="color: blue;">De las diversas variables sociales que afectan al temperamento, según ellos, </span><span style="color: red;">la más decisiva es el hogar en que el chico crece</span><span style="color: blue;">, pues del sinfín de motivaciones extrínsecas la gratificación afectiva es la más eficaz para que un alumno se ponga en disposición de romper su techo de cristal, y la que se otorga en el hogar se supone que es la más apreciada.</span></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><br /></i></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDrhbYxCnU0ObVcKT5OSVePbKz4sodnPyQOLkHr-s6zZJ-U3GoUyvQnZd4qy4hkDzTBEhKenDfy9vtvuOXqyHJ4aYyF7DepBsheetgftuhSNVSUmhipmQSZoDxFFdNhhs44u1Y_cokRPk/s1600/influencia+de+la+familia.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: blue;"><i><img border="0" data-original-height="420" data-original-width="560" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDrhbYxCnU0ObVcKT5OSVePbKz4sodnPyQOLkHr-s6zZJ-U3GoUyvQnZd4qy4hkDzTBEhKenDfy9vtvuOXqyHJ4aYyF7DepBsheetgftuhSNVSUmhipmQSZoDxFFdNhhs44u1Y_cokRPk/s320/influencia+de+la+familia.jpg" width="320" /></i></span></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: blue;"><i><br /></i></span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><span style="color: blue;">Por otro lado, el talento, ese don de la genética, explican Sigman y Gilbert, tampoco es tan inmutable como intuitivamente se suele creer. </span><span style="color: red;">Para que el cerebro aprenda</span><span style="color: blue;">, observaron ellos experimentalmente, </span><span style="color: red;">éste precisa esfuerzo y motivación</span><span style="color: blue;">.</span></i></span><br />
<span style="color: blue;"><i><span style="color: blue;"><br /></span></i></span>
<span style="color: blue;"><i><span style="color: blue;">Y neurológicamente aprender parece que consiste en el ejercicio de esa fabulosa capacidad que el cerebro tiene de </span><span style="color: red;">reciclar la funcionalidad de unos sistemas</span><span style="color: blue;"> que oriundamente son competentes para un específico cometido en otros que, después de mucho entrenamiento, llegan a ser competentes para otras tareas genéticamente no programadas y no menos complejas que la primera.</span></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i>Cuenta Sigman cómo Gilbert y él lograron que el subsistema visual que nativamente sabe resolver una diferencia cromática en ochenta milésimas de segundo, tras muchas horas de ensayos, aprendió a distinguir -aparentemente con el mismo automatismo y la misma facilidad con que discrimina el color- la figura de un triángulo que al estar camuflada en una tupida área de puntos era imperceptible para cualquiera que no estuviera pertinentemente entrenado.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><br /></i></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUU3XPEmPrt6XM5sC2EKibnjfUjON3ZCqfs21g1SJHcSIOW6DBL6MV_f8EZIfrQkM9s54fqfIK2WDfskiAtnObrCRzSmgXgqD-IffoQwaWh2_9azYM0D8IH7qQV3r1dpUfP5e3vMONXcs/s1600/partes-cerebro-funciones-psicoactiva.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: blue;"><i><img border="0" data-original-height="427" data-original-width="640" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUU3XPEmPrt6XM5sC2EKibnjfUjON3ZCqfs21g1SJHcSIOW6DBL6MV_f8EZIfrQkM9s54fqfIK2WDfskiAtnObrCRzSmgXgqD-IffoQwaWh2_9azYM0D8IH7qQV3r1dpUfP5e3vMONXcs/s400/partes-cerebro-funciones-psicoactiva.jpg" width="400" /></i></span></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><br /></i></span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><span style="color: red;">Hasta cierto punto</span><span style="color: blue;"> -¡se trata de un punto tan admirable que permite al ser humano nada más y nada menos que aprender!- </span><span style="color: red;">lo que la genética inicialmente ha establecido en el cerebro resulta rectificable</span><span style="color: blue;">.</span></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><span style="color: blue;">Por ejemplo, aunque dicho muy simplonamente, esto es lo que se produce en la corteza ventral -en sus áreas visuales y espaciales- </span><span style="color: red;">cuando un niño aprende a leer</span><span style="color: blue;">. La proeza le suele costar al alumno entre cuatro y seis años, dependiendo de la calidad del entrenamiento al que es sometido y también de la intensidad de la mielinización de su cerebro.</span></i></span><br />
<span style="color: blue;"><i><span style="color: blue;"><br /></span></i></span>
<span style="color: blue;"><i><span style="color: blue;">Aproximadamente, unas </span><span style="color: red;">siete mil horas de aprendizaje</span><span style="color: blue;">, es decir, una cifra que va a la zaga de las diez mil de entrenamiento que Chess y Thomas computaron que eran necesarias para que los niños mejores ajedrecistas alcanzaran su elevadísima competencia.</span></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><br /></i></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="color: blue; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4Fc5yjWdN1anLwwmwc9_ItRQr5B77hRDEqM3VQffN05nEdPbBzkTmVcWDtdjEngFP8lP0UMZ0FRNmF6YcI1a1fz1w1rcjrGpILjaZ6eOt_QAHftGjYUr08WGJtEtWcn2zSI3mLsIQxDc/s1600/cerebro+lector.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="460" data-original-width="550" height="333" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4Fc5yjWdN1anLwwmwc9_ItRQr5B77hRDEqM3VQffN05nEdPbBzkTmVcWDtdjEngFP8lP0UMZ0FRNmF6YcI1a1fz1w1rcjrGpILjaZ6eOt_QAHftGjYUr08WGJtEtWcn2zSI3mLsIQxDc/s400/cerebro+lector.png" width="400" /></a></i></span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i>A fin de cuentas el fenómeno es el mismo cuando el niño ajedrecista, donde hay unas piezas sueltas, es capaz de “leer” la trama de una sucesión de jugadas; cuando el niño alfabetizado, donde hay unos grupos de signos que son las palabras, es capaz de “leer” la trama de un relato acerca de unos hechos o de un argumento acerca de unas ideas.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i>Al poner la lupa fisiológica a estos hechos, el neurólogo Merzenich comprobó que, cuando se logra el reciclaje funcional de un sistema cerebral y que el individuo consecuentemente aprenda a hacer algo nuevo, las neuronas que intervienen en tal ejercicio tienden a expandirse y invadir a sus neuronas vecinas.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i>Pero Merzenich también comprobó que era necesario, para que esta transformación de la corteza cerebral se produjera, no sólo que el individuo fuera expuesto -sin más- al estímulo de aprender, sino que simultáneamente se le registrara actividad en el área ventral tegmental, esa región profunda de la corteza que produce dopamina.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><br /></i></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1cVJlLt6pS02YmYzOLIGsNx2CQbMov2nxL3vX7NqmA60mOocbAs6oh4flvWuiCFXUOIML8jq6uHZLNuKtC0uRsyDzAXfLDl_RRP-wRVllA_ymhdeVIFrHPbPA46g56b4qZDfRmfX-EkA/s1600/cerebro+dopamina.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: blue;"><i><img border="0" data-original-height="543" data-original-width="715" height="303" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1cVJlLt6pS02YmYzOLIGsNx2CQbMov2nxL3vX7NqmA60mOocbAs6oh4flvWuiCFXUOIML8jq6uHZLNuKtC0uRsyDzAXfLDl_RRP-wRVllA_ymhdeVIFrHPbPA46g56b4qZDfRmfX-EkA/s400/cerebro+dopamina.jpg" width="400" /></i></span></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: blue;"><i><br /></i></span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><span style="color: blue;">Es decir, </span><span style="color: red;">este potencial cambio en el cerebro</span><span style="color: blue;">, en el cual consiste la capacidad de aprender, </span><span style="color: red;">demanda la doble condición de que externamente al individuo se le reclame entrenamiento y trabajo</span><span style="color: blue;">: es preciso que éste realice el esfuerzo que le supone responder al estímulo de aprendizaje al que exigentemente se le está exponiendo; </span><span style="color: red;">y de que internamente en su cerebro se intensifique la segregación de dopamina</span><span style="color: blue;">: es preciso que el individuo sienta el gusto, el deseo, el interés, la motivación, de aprender.</span></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><span style="color: blue;">Según descubrieron Hubel y Wiesel en sus investigaciones sobre el aprendizaje de adultos, </span><span style="color: red;">la dopamina es el ingrediente más importante de la “sopa química” de neurotransmisores que promueve la transformación sináptica</span><span style="color: blue;">. El concurso de la dopamina es principal en la activación de la neuroplasticidad del cerebro.</span></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><br /></i></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2YDV2_FF4rxBKX2d6-75Vr4gRearLWnUFPcDM0xIgeYLv3gIgQgmeB6ow9lS3qA_xQyr2FwOalldYGkgf71oQQ3vgEHmzIvVg533r30o4n4gJkNQZLXpVqc0H993B9vaCTRnGM3Z_xPs/s1600/cerebro+aprende.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: blue;"><i><img border="0" data-original-height="375" data-original-width="680" height="220" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2YDV2_FF4rxBKX2d6-75Vr4gRearLWnUFPcDM0xIgeYLv3gIgQgmeB6ow9lS3qA_xQyr2FwOalldYGkgf71oQQ3vgEHmzIvVg533r30o4n4gJkNQZLXpVqc0H993B9vaCTRnGM3Z_xPs/s400/cerebro+aprende.jpg" width="400" /></i></span></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><br /></i></span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><span style="color: blue;">Según la evidencia experimental de Goldin, </span><span style="color: red;">el aprendizaje para su consolidación necesita el esfuerzo de la reiteración</span><span style="color: blue;">. La doctora Goldin comprobó que, para que un aprendizaje quedara efectivamente interiorizado por el niño -es decir, para que la transformación fisiológica de su corteza cerebral se consumara: esto es la memoria, un cambio sináptico que permanece- era insuficiente la cómoda audición de una lección y en cambio era necesario que a ésta le siguiera una pauta de actividad sobre ella.</span></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<div style="text-align: center;">
<b>***</b></div>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Habida de cuenta de estas reseñas, <b>¿qué apunta la neuropsicología que es necesario para que el aprendizaje se produzca?</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b><br /></b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b>Dos palabras. Esfuerzo y motivación</b>. No basta que la dopamina “reblandezca” el cerebro; a la vez hace falta esfuerzo para que el efecto del estímulo al que el cerebro queda expuesto quede “grabado” en él; de lo contrario, tal aprendizaje o no se produce o se produce sólo efímeramente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLpwquCs9AjHgLkPHtOH8lrYJCni92KGfuOpgW6PV1XvRlN4xorm21EZxM_rfC9VirWh9uUwB8l5Ev36zHJ1gi-CN6q2sd8TSfxkN0b_t5RErPIy6S3BSJPFEO9bFEHKGBY4sE_UUezbA/s1600/CulturaDelEsfuerzo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="370" data-original-width="624" height="236" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLpwquCs9AjHgLkPHtOH8lrYJCni92KGfuOpgW6PV1XvRlN4xorm21EZxM_rfC9VirWh9uUwB8l5Ev36zHJ1gi-CN6q2sd8TSfxkN0b_t5RErPIy6S3BSJPFEO9bFEHKGBY4sE_UUezbA/s400/CulturaDelEsfuerzo.jpg" width="400" /></span></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">En estos tiempos <b>reivindicar desde las aulas -para las aulas- una cultura del esfuerzo no es una postura docente del tipo del “a mí me parece que”</b>, tan frecuente en un mundo a veces tan brumoso como es el de la educación; <b>sino una decisión en todo punto estratégica</b>, tomada después de hacer una lectura atenta -primero- del entorno social donde los alumnos de hoy crecen y -segundo- del estado actual no de la “moda pedagógica” sino de su fundamentada investigación científica.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Esfuerzo y motivación en absoluto son palabras nuevas, que recién hubiesen sido incorporadas al debate educativo por la “neuropedabobía”; pero sí que han dejado de ser palabras sujetas a la opinión y al gusto del educador de turno.</span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;">Guste o disguste, 2 + 2 es cuatro. Y</span><span style="font-size: large;"> guste o disguste, el cerebro, para aprender, necesita Esfuerzo y Motivación. <b>Y de las dos, especialmente estratégico, dada la actual circunstancia sociocultural, es insistir en el esfuerzo, <i>aun a sabiendas de que sin motivación éste queda tullido</i></b>.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEim1m3fqJEUzIJCj9Jx47dZBgEyCsLOnOlmb-S1fC60AucHRy5SmqSYoQXdDzXpHPSKWrCv0HqpCxVea4UGNus_KSQ0Eb0qUwJJJoqZOoKocjsmhTrJFPpnj2Hohyphenhyphen8nw0jEV1_GDOInPi8/s1600/I+can+do+it.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="750" height="170" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEim1m3fqJEUzIJCj9Jx47dZBgEyCsLOnOlmb-S1fC60AucHRy5SmqSYoQXdDzXpHPSKWrCv0HqpCxVea4UGNus_KSQ0Eb0qUwJJJoqZOoKocjsmhTrJFPpnj2Hohyphenhyphen8nw0jEV1_GDOInPi8/s400/I+can+do+it.jpg" width="400" /></span></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b>Urge hoy impedir que los alumnos tiendan a apoltronarse en injustificados “umbrales ok” y a guarecerse bajo falsos “techos de cristal”</b>, y a que en consecuencia su capacidad de aprender se quede estancada en “lugares” ya aprendidos en los que el esfuerzo no se precisa para estar. Todo ello requiere:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQ7eWULT0N7qHZAtfxgj13ZO12oKTCh61AlPvTvPq447aNIujmRsQzt_rsieCGl7B99mUMOh06I938hIiSrwWPzRlf2zCu4GWBgpYnsntRtviMESqAi5FJEjHyO6Wdp57TAFMBPdcAmhY/s1600/sal_de_tu_zona_de_confort2-e1401785380480-770x298.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="298" data-original-width="770" height="153" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQ7eWULT0N7qHZAtfxgj13ZO12oKTCh61AlPvTvPq447aNIujmRsQzt_rsieCGl7B99mUMOh06I938hIiSrwWPzRlf2zCu4GWBgpYnsntRtviMESqAi5FJEjHyO6Wdp57TAFMBPdcAmhY/s400/sal_de_tu_zona_de_confort2-e1401785380480-770x298.jpg" width="400" /></span></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b>Instar a los propios alumnos</b> a que abandonen su zona de confort, alentándoles a lograr la excelencia, que es mejor versión posible que uno puede alcanzar de sí mismo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote class="tr_bq">
<b style="font-size: x-large;">La medida de la propia capacidad es la medida del esfuerzo que cada alumno está moralmente obligado a intentar realizar</b><span style="font-size: large;">.</span></blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBKWhCo5oIDb3B-G4fOV3_B7q8jE4M5WZOKC8wnNQeenCHyR9uPERTxh8xohMtRSeIATQafX8gDawDlbZmv3VwdIgZLUds2dVfIlPBJGCqWCWiGAv3BabTodPuC67gEU6dfk_5nXUqBlc/s1600/Ni%25C3%25B1o+emperador.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="340" data-original-width="645" height="210" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBKWhCo5oIDb3B-G4fOV3_B7q8jE4M5WZOKC8wnNQeenCHyR9uPERTxh8xohMtRSeIATQafX8gDawDlbZmv3VwdIgZLUds2dVfIlPBJGCqWCWiGAv3BabTodPuC67gEU6dfk_5nXUqBlc/s400/Ni%25C3%25B1o+emperador.jpg" width="400" /></span></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b>Instar a los</b> <b>padres</b> a que se liberen del <a href="https://oreducationoralmostnothing.blogspot.com.es/2017/08/el-complejo-de-tetis-y-de-su-travestido.html"><b>el Complejo de Tetis</b></a>, alentándoles a no privar a sus hijos de una saludable experiencia de la limitación.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote class="tr_bq">
<b style="font-size: x-large;">De lo contrario, crecerán creyendo en la infantil omnipotencia de sus deseos</b><span style="font-size: large;">.</span></blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhY_QDNWcKzHaCA73JB4Vi730_-z-hyJ1rVJP80W88_c2KRCK87_arYOQFXmJaP9xoAtlRiK05LrOhLD7ztTQGd9a46xDw28LviWenjP3KdCXGwduE8YOfqXy1_TEgMx_z30U3QOT5E8CI/s1600/cofre.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="473" data-original-width="640" height="295" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhY_QDNWcKzHaCA73JB4Vi730_-z-hyJ1rVJP80W88_c2KRCK87_arYOQFXmJaP9xoAtlRiK05LrOhLD7ztTQGd9a46xDw28LviWenjP3KdCXGwduE8YOfqXy1_TEgMx_z30U3QOT5E8CI/s400/cofre.jpg" width="400" /></span></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b>Instar a los educadores</b> a que transfiguren su imagen de enseñantes “erómenos” en la de maestros “erastés”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote class="tr_bq">
<span style="font-size: large;">La manera más eficaz de conseguir que el alumno aprenda porque le gusta aprender -hasta el grado de asumir el esfuerzo que esto conlleva- es que el educador se visibilice ante ellos </span><b style="font-size: x-large;">no tanto como el que sabe mucho cuanto como al que le apasiona aprender</b><span style="font-size: large;">: </span><a href="https://oreducationoralmostnothing.blogspot.com.es/2017/12/en-tiempos-de-confusion-y-de-innovacion.html" style="font-size: x-large;"><b>la propia emoción de aprender</b></a><span style="font-size: large;">.</span></blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
***</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i>Cuando tuve ocho años mi padre me regaló una máquina de escribir Olivetti Lettera 42. El artilugio venía acompañado de un método para aprender mecanografía que sólo seguí hasta el momento en que me di cuenta que seis de mis diez dedos habían adquirido vida propia y habían aprendido a deslizarse por el teclado atinada y rápidamente sin que para ello tuviera yo que estar especialmente pendiente de ellos. Nunca llegué a contabilizar mis pulsaciones por minutos. La velocidad y el automatismo que adquirí entonces todavía hoy me parecen suficientes.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i>Al cabo de los años, aquella máquina de escribir fue reemplazada por mi primer ordenador, el cual hacía gala de más cortesía que su predecesora, pues con el corrector ortográfico de su procesador de textos me advertía de mis fallos mecanográficos. Gracias a él mis seis vertiginosos dedos perdieron el temor a equivocarse y yo me he podido ahorrar cientos de borradores.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i>Estoy seguro de que de haber continuado con el método hasta el final hoy mi velocidad mecanográfica sería mayor. Y estoy casi seguro de que, de no haberme tropezado con una tecnología correctora que supliera mis errores, finalmente hubiera acabado aprendiendo mecanografía con los diez dedos, para minimizar la tediosa obligación de tener que corregir cada folio antes de extraerlo del carro de la máquina. Es la historia de uno de mis “umbrales ok” en la vida. Tengo otros. Algunos de más difícil perdón.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"><i>P. D. Todavía no me he acostumbrado a dictar al ordenador y que ahorrarme el tedio de escribir. Seguramente porque escribiendo fijo mejor las ideas que hablando. ¿Otro umbral ok?</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
EAChttp://www.blogger.com/profile/12141002931864215749noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3565322860418444874.post-1882593109493628292017-12-11T21:22:00.000+01:002017-12-11T21:22:37.319+01:00En tiempos de confusión y de innovación escolar... ¡hay que encontrar la agalma!<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El nuestro es un tiempo de paradojas, incluso de contradicciones. Están tan presentes en tantos órdenes de la vida que hemos acabado acostumbrándonos a ellas. Es lo que nos pasa, por ejemplo, en la educación. Seguramente nunca como hoy el valor de la educación haya estado socialmente tan asumido y a la vez seguramente nunca como hoy -he aquí la paradoja- la confusión y el desconcierto en torno a ella haya sido tan intenso y generalizado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img height="340" src="https://lh3.googleusercontent.com/JgJJHnT8NyMEIVsp43UoGvBbNWOhkT9h3hwxI_M6hSvzXl8BZ1W2N-h-3nqD9C2zWTRrUyLdqHMTuSchKBRQE4dvT6zijJO4IZfVY8VOdJ1z--YSQGAW0-HTONckDu1onJFC_mER" width="400" /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<h2 style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Primera parte:</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Paradojas en torno a la tecnología. Vieja Escuela vs. Nueva Escuela.</span></h2>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En el contexto de la tercera revolución de las máquinas, actualmente en curso, la educación cobra cada vez más importancia en las sociedades desarrolladas. Ante la certidumbre de que la mano de obra humana acabará reemplazada por un robot siempre que sea técnicamente factible y económicamente rentable, crece la convicción de que la mejor forma de sostener y de elevar el nivel de vida de un país es la creación de un empleo de calidad al que difícilmente tienen acceso ciudadanos desprovistos de una excelente competencia tecnológica que sólo es adquirible en aquellos modelos formativos que estratégicamente priman el currículo stem con el fin de satisfacer las exigencias de una economía postindustrial que necesita estar en ilimitada expansión para no verse sumida en recurrentes crisis sistémicas y que además encuentra su principal valor más en la innovación científico-tecnológica que en los procesos industriales de fabricación.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img height="281" src="https://lh5.googleusercontent.com/b7SFAyTf8AKczwCRXC58ncf8x2oK-Q-ZInoGy44fCfKBvv_-TToS-cBMKuvdw3eAleJ0vkOVjxkeE8A93PHoOcEZuLzc-lA9xeMguxh9RsvVVqffcrox1WXWfMclQXsQHkzdIjXu" width="400" /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i>Mutatis mutandi</i>, en este sentido, la Nueva Escuela, naciente en y para la tercera revolución industrial, no es tan distinta de la Vieja Escuela, nacida en y para la dos primeras revoluciones industriales. Seguramente, lo que imprima una especial urgencia al nacimiento de la Nueva Escuela es la radicalidad de muchas de las consecuencias que el impacto tecnológico está teniendo en el orden social, económico, político, educativo, cultural… Los cambios son tantos y sus efectos tan irreversibles que las sociedades occidentales y occidentalizadas asisten atropelladamente a un fulminante cambio de Era cuyo enorme calado -no sólo tecnológico sino amplia y hondamente cultural- a la mayoría de los ciudadanos se les escapa.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En la hipertecnológica sociedad del conocimiento la educación suscita el interés -antes inusual- de economistas, sociólogos, informáticos, científicos, tecnólogos, neurocientíficos, ingenieros en genética humana y en Inteligencia Artificial... que amonestan a maestros, profesores y pedagogos de la multitud de fabulosas y vertiginosas aplicaciones educativas contenidas en la innovación que tan exitosamente ellos están obteniendo en sus especialidades profesionales. De hecho, no anda hoy desencaminado quien tenga la impresión de que el porvenir de la educación, a medio y largo plazo, depende más del ingenio de esos investigadores de vanguardia, que del ingenio de los mismísimos educadores que extremamente andan, unos, de espaldas a la nueva realidad y, otros, en cambio, abducidos por ella.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pudiera parecer que lo más retador, para la Vieja Escuela, de esta metamorfosis tecnológica es la pronta y definitiva incorporación de la “pantalla” a la enseñanza con todo lo que ello conlleva: que Internet se convierta en el “aula” de la Nueva Escuela, que la inclusión del bigdata en el proceso de aprendizaje sea una formidable herramienta para ejecutar un aprendizaje más científico e individualizado, que los entornos digitales sean los nuevos catalizadores de la enseñanza forzando así a redefinir el rol de un profesor que secularmente ha sido la hegemónica sede del conocimiento en el aula y por ello el eslabón insustituible del proceso de aprendizaje…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sin embargo, la asunción de este impresionante desarrollo tecnológico, aún siendo ciertamente tan retador para una escuela que fue concebida analógicamente al servicio de una sociedad también análogica, no es lo más retador de todo. Véase, por ejemplo, ¿qué será dentro de un tiempo de la Nueva Escuela, ésa a la que tanto esfuerzo le costó “nacerse” digital para no sucumbir de obsolescencia, cuando al alumno ya no le sea estrictamente necesario aprender para saber? ¿Qué será de la Nueva Escuela cuando dentro de un tiempo su “screen pupil” sea reemplazado por el “cyborg pupil”? ¿Qué será de Ella cuando el “aula” ya no sea Internet sino el “laboratorio ciberneurológico” (¿versión futurista del actual gabinete psicopedagógico, responsable de ¿arreglar? los problemas de aprendizaje?) en el que se “transfieran” al cerebro de los alumnos aquellos precisos algoritmos que producirán esas concretas conexiones neuronales que significan “saberse el álgebra” o “saberse la literatura hispanoamericana” y que antes sólo eran posible, si es que lo eran, mediante años de estudio? ¿Ciencia ficción? ¿Tanto como los antibióticos antes de Fleming? ¿Tanto como la informática antes de Turing? Que la “singularidad está cerca”, ¿es un milenarismo más o es la advertencia de un nuevo hito evolutivo ya incoado?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="263" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqJcxjwwqR_iSEyx23AZhQFwXzU26v87tb4M0UuBeD_E0yFGLrdEdGKH6q_SqwmCUPweruE3_lrgt0mS0oakU1O3yxKw8EEVp6kYG0sKWlEW25iusY-BPI2OnaEat2GwN3jIzvvRsHeeU/s400/CEREBRO+artificial.png" width="400" /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lo más prodigioso que le está sucediendo al hombre de hoy es que la inteligencia, esa que evolutivamente eclosionó hace setenta mil años en su cerebro, se ha escindido de su conciencia. Es algo maravilloso. Si importante es la tercera revolución industrial, más lo es la segunda revolución cognitiva, una de las más decisivas consecuencias de aquélla, eso sí, apenas recién iniciada. Si llamativo es el avance que está produciéndose en el campo sin vallar de la Inteligencia Artificial, mucho más lo es el que se atisba que va a resultar de su hibridación con la Inteligencia Natural, la cual, además, entonces ya no será producto del ciego diseño de la evolución, el mismo que azarosamente produjo la primera revolución cognitiva, sino del inteligente diseño de los genetistas humanos. La Vieja Escuela se cuece en la mala conciencia de su condición “tardo analógica”. Por eso, en ella existen reactivas ansias de innovación. Y en eso está, en renovarse, quizás aturulladamente. Sin embargo, para sorpresa de muchos de los actuales mesías de la educación, puede que la Nueva Escuela nazca “vieja”. En tiempos de paradojas, otra más, que lo nuevo nazca viejo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Entre tanto, a la espera de que se dilucide si este fantasioso futuro (por ejemplo, las profecías de Kurzweil) se hace o no fascinante realidad, lo que sí hay que procurar es que la Nueva Escuela nazca sabiendo hacer una correcta asimilación pedagógica de la tecnología para que, de cara a estos alumnos de ahora, sus beneficios sean maximizados y sus perjuicios minimizados. Aunque fuera de la tecnología todo es cada vez más gélido, es necesaria cierta cautela en su definitiva inclusión escolar. Al respecto se observan dos posiciones extremas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img src="https://lh3.googleusercontent.com/aNEchMiEvDJHrEhQUZ8vfttinmdtjRF5VtciHXguFbLSg8J7mmmhdtrxohOQHnSPpXMdGPSI9GGN96aLsMfau6-h5Q6uQLllgUySVUn1o0G3022dZMrDbiFwbMfKdkbtxKFo0y-1" /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">A un lado, los más audaces advierten que para la edificación de la Nueva Escuela es necesaria la pronta consumación de una auténtica transformación digital de la enseñanza en la que hay que asumir que el instrumento “pantalla” es el máximo inspirador pedagógico del nuevo paradigma de aprendizaje y de un nuevo modelo de escuela. Al otro lado, los más prudentes piensan que, por ahora, lo más conveniente no es acceder a la íntegra transformación de la enseñanza sino sólo a una parcial transferencia digital del aprendizaje; es decir, acceder a la sola sustitución del soporte papel por el soporte virtual sin que en el fondo nada sustancial cambie en unas aulas que conceptualmente (no instrumentalmente, pues la “pantalla” se introduce) siguen siendo analógicas ya que la mentalidad de sus profesores así continúa siéndolo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sin embargo, el que la “pantalla” sea “el” instrumento e Internet “el” aula, en absoluto es un cambio inocuo. El instrumento nunca ha sido un artefacto intrascendente. Si el hombre es capaz de adaptarse tan “fácilmente” al medio, incluso de adaptar el medio a él, se debe, entre otras razones, a que su cerebro, porque es "plástico", incorpora a sus procesos cognitivos las “herramientas” que el hombre usa para mejorar su encaje en el entorno, de manera que las acaba tratando -es cuestión de ejercitarse- como si fueran una prolongación natural -¡no artificial!- de su organismo. Por eso, el bastón o la raqueta o el peine o el cepillo de dientes o el lápiz o el coche o los zapatos o las gafas o las lentillas o el respirador de buceo o el ratón del ordenador o el touch de la pantalla del móvil o el nuevo sistema operativo que solo se le actualiza en su ordenador… más pronto que tarde dejan de causar al individuo que los maneja sensación alguna de extrañeza y de novedad. En este sentido, la “pantalla” no es más que una herramienta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El que sólo tiene un martillo piensa que todos los problemas son clavos. El ser humano tiene la natural tendencia a la “hibridación cognitiva”, es decir, la “mezcla” de la biología y de la tecnología. Lo que espontáneamente sucede con la rudimentaria “técnica” del homo faber (el martillo, los zapatos o las tijeras...) también pasa con la sofisticada técnica del homo digitalis, pero yendo a extremos de mayor calado cognitivo: la inmediatez comunicativa y la recepción no lineal de la información, la velocidad del tráfico de datos y la dominancia del lenguaje audiovisual sobre el lectoescritor, la externalización de la información y la sobreexcitación de la memoria transactiva.... En este sentido, uno de los riesgos de la digitalización no sólo de la escuela, que habría que saber cómo neutralizar de cara a los niños y adolescentes, es que la “pantalla” les dé lo que se les hace gustar y querer a costa de lo que no se les hace necesitar, para que sean más, y no menos, inteligentes que su inmediato antepasado, el “homo legens”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img height="224" src="https://lh4.googleusercontent.com/Zir_h0Ei6CWWR12V15Be9hZIpzuPCP2hruCIiMrJWt-3FSJ7C2WDnGDC96NkR7l0wPRs45PpFNi1CfgoCk-vL1OHOeauFPYORlEEr4W6yKT7JFyZ7VJVyGGR19yHObzr1Nf8JX1a" width="400" /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El cambio de instrumento, mucho más cuando se accede a la íntegra transformación digital del proceso de enseñanza y de aprendizaje, en absoluto es inocuo. No es casual que, de los tres o cuatro modelos psicopedagógicos que más exitosamente cuajaron durante el S. XX, el que mejor se está adecuando a la idiosincrasia educativa de la Era Internet sea el constructivismo. En la Nueva Escuela generalmente el aprendizaje se describe como la construcción del conocimiento (mantra número uno de la Nueva Escuela) que los alumnos cooperativamente (mantra número dos) han de hacer navegando por esa infinita y caótica “biblioteca” (mejor, “videoteca”, “iconoteca”...) que es Internet (mantra número tres).</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Si en la Vieja Escuela hasta cierto punto el riesgo era que en un escenario de información muy acotado el aprendizaje se redujera a la pasiva y poco inteligente retención de conocimientos ya harto elaborados, en la Nueva Escuela el riesgo es que la competencia “aprender a aprender” (mantra número cuatro) se reduzca a un eslogan huero, insustancial, vacío de contenido y además, que es lo peor, muy difícil de llenar precisamente por tenerse que desarrollar en un medio de sobreabundante y desordenada información. Igual que un naufragio en alta mar no es la mejor ocasión para que un niño aprenda a nadar, un medio en el que la infinita información no se muestra catalogada ni discriminada por criterios escolares ni académicos tampoco es la mejor situación para que el alumno adquiera ese mínimo de conocimientos necesarios que lleguen a cristalizarle en el juicio y el criterio que son indispensables para discriminar la inteligencia de lo que busca y de lo que encuentra.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Igual que en el marco de la tercera revolución industrial, decíamos arriba, es probable que más pronto que tarde acontezca la segunda revolución cognitiva, también lo es que a los “screen children” les sobrevenga una tácita involución cognitiva de la cual la Nueva Escuela -víctima de su temor al anacronismo en un momento en que socialmente se le reclama insistente renovación- no debe ser su cómplice favoreciendo incautamente el tránsito hacia un escenario pedagógico en el que la hegemonía ya no es tanto del lenguaje escrito cuanto del audiovisual y en el que aprender ya no consiste tanto en saberse las cosas (sabrosa interiorización) cuanto en saber dónde encontrar su información (memoria transactiva) para cuando le haga falta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3naM8jcfgnCPrvkxjC2n1WcqaTGygp4inWgvfshP3GTI7aJmdeeobx4qn8dVI2Pl6JQ83-z9drFrxmKmydJ5c6dyMj_7zZ_CXwpsbTFUcui-cB2WV5QqwEa1hyphenhyphenKT9vlyK6Q095RyZBgY/s400/cerebro+borrado.jpg" width="400" /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El novedoso anidamiento de la pedagogía del descubrimiento en Internet no debe traducirse en la superficial reducción del aprendizaje a una elaboración de cartas virtuales de navegación a las que acudir cuando un conocimiento haga falta. En los tiempos analógicos aprender no consistía en la fabricación de unos ficheros de biblioteca. Conocer dónde estaban los libros de botánica no hacía que el bibliotecario se supiera la botánica. Una inteligencia sin conocimientos es una ficción. Hasta ahora el esfuerzo de saber ha sido la más eficaz gimnasia para la inteligencia humana. La neurología enseña que el cerebro de un niño privado de luz o de sonido o de comunicación lingüística no llega a desarrollar convenientemente las estructuras que hubieran sido responsables de tales funciones. La visión, la audición, la comunicación verbal, son posibles capacidades neurológicas que, privadas del medio adecuado cuando sus “ventanas de oportunidad” se abren, no permanecen en situación de “potencia aristotélica” a la espera de una mejor oportunidad que las haga pasar al “acto”. En el cerebro no hay, por así decirlo, “activos finalistícos”. Algo análogo le sucede a la posible capacidad de la inteligencia privada del esfuerzo de aprender conocimientos inteligentes.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El “efecto Google” y el exceso de memoria transactiva que éste genera, la saturación audiovisual y el déficit de abstracción y de comprensión y expresión escrita que ésta consecuentemente produce, están ahí y han de ser muy tenidos en cuenta por los diseñadores de estos entornos virtuales de e-learning que ciertamente saben personalizar al máximo el aprendizaje de cada alumno gracias al inteligente manejo del rastro digital (es el bigdata hecho didáctica) que éste deja en su interacción con la “pantalla”, para que el digital no sea menos inteligente de lo que era el alumno analógico. Estos son los hechos que han de ayudar a los educadores de ahora discernir si el cauteloso es víctima de un atávico temor al progreso y si el audaz es rehén de una hipnótica fascinación futurista.</span></div>
<h2 style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></h2>
<h2 style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Segunda parte: </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Paradojas en torno a los principios. Sociedad Abierta vs. Sociedad "Licuefacta".</span></h2>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero la tecnología no es la única causa de esa yedra de confusión que actualmente serpentea a sus anchas por el mundo educativo. Nuestra sociedad conoció una época, hace sólo unas pocas décadas, en la que bastaba que el profesor se asomara a la puerta de la clase para que el silencio se reinara entre los alumnos. Quizás este respeto no siempre fuera efecto tanto de lo que el profesor a título personal hacía y decía en las clases, cuanto de lo que socialmente éste representaba.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img height="250" src="https://lh3.googleusercontent.com/W_Z1u81dLz5QeWtqVNvDYyzCehXAinvTNqBFuR4FEAymZxmtlFClKzXdePnTEmryO9z5vUOpFwe9glQjTB4CiqaLtsKuuR6h_32wF_tR5aBgy_6w1Va6BbAxx7VOqEGBGxXbaGj5" width="400" /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En cambio, ahora el profesor ya no puede vivir de la renta de una consideración social como la de antes, que le era generalmente benévola, y tiene que ganarse el respeto de los alumnos y de sus familias con la fuerza de su palabra y de su acto. Lo cual -que, en principio, en absoluto es malo; más bien, lo contrario- probablemente también sea síntoma de cómo en la sociedad actual se ha pasado de un desequilibrio en el que la carga de la prueba solía recaer sobre el alumno a otro desequilibrio, igual o mayor, en el que ésta suele recaer sobre el profesor en análoga situación a la que los padres de hoy también suelen encontrarse con sus hijos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Desprovista ya de aquella común potestas de la que padres y profesores estaban socialmente recubiertos, ahora la auctoritas parental o es auténtica y día a día ganada en una vida de familia congruente con los principios en los que se pretende educar a los hijos; o sencillamente acaba no siendo auctoritas, sino sólo potestas, que es lo que a muchos padres les termina sucediendo en una sociedad en la que el deterioro del principio de autoridad es un fuerte indicio de la dramática falta de adhesión a casi cualquier principio cuya exigencia de coherencia interfiera en la inmediata e intensa satisfacción de un deseo que se ha vuelto vacua y sórdidamente material.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img height="300" src="https://lh4.googleusercontent.com/FzLuVveKF_UTQzDXmJhuHVFRQebK5Fol4WKaem1QcYAcZx4vTfgINROfzOC1wv_fX3Pen1iZfWXEAi0w0MWpwEqA-1AZ1-wnaSrEZFNhUHWNKKOaY-JLaIGA9OWyDt6Vpr4Wf51V" width="400" /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Seguramente, nunca el valor de la educación, dijimos al inicio, haya estado socialmente tan considerado como hoy. Proyectándose sobre el futuro, el vertiginoso progreso tecnológico revaloriza la educación mostrándola como la mejor de las garantías para evitar que una sociedad, una generación entera, no se encuentre arrojada el día de mañana a los arrabales de la historia. Sin embargo, el sacrificio y la paciencia que exige la formación han sido culturalmente reemplazados por la ilusión de las carreras rápidas, hechas sin esfuerzo y además económicamente muy gratificantes. Hoy la renuncia está fuera de lugar. No en vano, esta sociedad antes que hipertecnológica era hiperhedonista. Ha sido su fe liberal en el crecimiento económico ilimitado la que ha terminado por hipostasiar sendas hipertrofias, haciendo de ello uno de sus rasgos más característicos. En el mundo actual todas las ideas de felicidad acaban en una tienda, preferiblemente tecnológica.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sucede además que la escuela ha dejado de ser un eficaz aparato ideológico de los estados y de los poderes fácticos de las sociedades desarrolladas con la misión de crear consenso mediante -en el mejor de los casos- la transmisión de la cultura y -en el peor- el adoctrinamiento en un régimen. Tales cometidos han transferidos de los sólidos agentes sociales de antes a los “líquidos” de ahora: primero a los medios de comunicación de masas y recién a las redes sociales, las cuales están mostrando una inusual capacidad para la ingeniería social. He aquí otro efecto, radical e irreversible, del impacto de la tecnología. No sólo la pedagogía, sino también la sociología, corre el riesgo de ser subsumida por la “digilosofía”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lo más paradójico de esta situación es que una escuela socialmente tan débil se sienta socialmente más exigida que nunca antes. A la escuela se le urge que practique una imposible suplencia de una familia que, como el resto de las instituciones sociales, también se ha vuelto “líquida”. El hecho es que una sociedad que sumida en un brutal y fascinante cambio de Era no se reconoce a sí misma, exige a una escuela que sumida en una confusa y novedosa crisis de paradigma tampoco se reconoce a sí misma, que asuma la educación cuasi integral de unos alumnos cuyas familias están tan inciertas en lo que a los principios rectores de la vida de sus hijos se refiere, como incierta está la propia escuela en lo que a los principios rectores de su renovación pedagógica debe ser.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img height="400" src="https://lh5.googleusercontent.com/9tnLc5OvOB5-Ve3S9xU5DSr65JiFN-UwVgoYS635gw_Ym-6kpuEjth1cWuoXlb6Q4tNwJckaUmk-ljYt5ZkC7aYFWuOM07q23VualXn40rkIfvgTOz9pSY1lKxbHyBsZV6k2SU6o" width="315" /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Si algo de los tiempos pasados, previos a la “licuefacción” de todo lo que antes había sido sólido terreno en el que la sociedad tenerse culturalmente en pie, se echa en falta en la escuela de hoy es el pacto transgeneracional entre profesores y padres. Antes no estaba escrito; ahora, en cambio, urge que lo esté. En una “sociedad abierta”, por no decir culturalmente “licuefacta”, se hace imprescindible que los padres puedan elegir la escuela de sus hijos en función del ideario y del currículo que que ésta profese y enseñe. Como es una clamorosa mentira que la educación pueda ser ideológicamente aséptica, en una “sociedad abierta” -digamos de nuevo “licuefacta”- urge el establecimiento de un régimen educativo en el que los padres puedan elegir libremente, porque es de este ejercicio de libertad de donde puede surgir el compromiso de la familia que avale al profesor de sus hijos. Si educar, admítase como fundamento, es humanizar la vida, resulta imprescindible que cada hijo sea educado con arreglo a la noción de humanización que tengan sus padres. Para ello, la comunión entre escuela y familia ha de ser absoluta en lo esencial.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aunque, por un lado, parece que la Nueva Escuela hace esfuerzos por liberarse del sesgo academicista de la Vieja Escuela y ha encontrado, por ejemplo, en la teoría de las inteligencias múltiples la cobertura pedagógica para hacer una consideración del alumno más integral que antes; es verdad que, por otro lado, parece que lo que más diligentemente se abre camino en la Nueva Escuela es el modelo hipercognitivo o hipercientificista. El ansia de la escuela de hoy por estar a la altura de las demandas de la hipertecnológica sociedad del conocimiento es tanta, que su máxima preocupación radica en “fabricar” individuos que sepan afrontar el futuro con éxito profesional, para lo cual ha dado un giro stem a su currículo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sin embargo, de lo que la Nueva Escuela parece estar olvidándose es de que, precisamente con vistas al éxito futuro del alumno, una educación integral no pasa sólo por su alta cualificación tecnológica, sino también por su bien fundamentada agudeza crítica. Preparar para el futuro nunca debe consistir sólo en formar para saberlo atender profesionalmente, sino además para saberlo cuestionar, de manera que el futuro no sea una suerte de imposición divina imposible de reconducir e incluso de evitar. La preponderancia stem de los currículos, sin duda, hará a los individuos tecnológicamente más competentes, lo cual es indispensable; pero si dicha preponderancia stem se ejecuta a costa de las Humanidades y en confrontación con ellas, seguramente no haga a los alumnos inteligentemente más críticos con los “temas” de su tiempo ni inteligentemente más encelados con la indispensable cuestión del sentido, la cual hoy, es evidente, ha dejado de tener sentido, y cuyas grotescas consecuencias se hacen notar en un estilo de vida de asfixiante banalidad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img height="270" src="https://lh6.googleusercontent.com/ueCz3j7m5rh9QIv-dhkI3CLOAc08KFbeHsYZHyVl5e44anWpuG0cq_YvwFIi9Uyr-qH_sLH6gKpij0D11lafaSgkBqQmoLXVYVWHeFvnL0th6eHAKVxJDfbHDAqU3GXjLh9mop4a" width="400" /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Las sociedades occidentales y occidentalizadas se han quedado sin grandes relatos. Carecen de pegamentos míticos que las aglutinen en torno a unas utopías tan densamente humanas que puedan generar unos “porqués” y unos “paraqués” capaces de poner en orden tanto cómo sublevados como ahora hay. De momento, la tecnología es la única creencia transversal y transgeneracional que estas sociedades conservan. Y esto, de quererse curar, sólo se hace regresado a las Humanidades, pero no en reactiva contraposición a los imprescindibles currículos stem, sino como su necesario complemento. Es fácil de entender. En la naturaleza no existen ni los “porqués” ni los “paraqués”. El hombre se los tiene que inventar. Sencillamente porque los necesita. Es el precio que ha de pagar por esa forma de evolución tan sofisticada que es la cultura. La enorme dificultad es que, en adelante, tales invenciones habrán de ser sin Dios, el mayor de todos los grandes relatos que el hombre se ha autoinventado. Y eso es lo que está por ver, que el solo hombre pueda ser el fundamento de sus utopías.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<h2 style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Tercera parte: </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Paradojas en torno a la esencia. Profesor Enseñante vs. Profesor Agalma.</span></h2>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En este tiempo, de tantas ocurrencias pedagógicas, es prioritario reconcentrarse en lo más esencial que es la educación, y desde ahí afrontar el formidable reto de renovación al que la escuela de hoy está emplazada. Para poner orden en tan aturullado apremio cabe citar a Nietzsche: Quien tiene un por qué es capaz de cualquier cómo. El aforismo lleva implícito un profundo y certero diagnóstico. El más grave problema de la educación de hoy, a nuestro juicio, no es el de los instrumentos, aunque sea ahí donde el debate esté máximamente establecido, sobre todo en su apremiante vertiente tecnológica, como ya hemos visto arriba; tampoco el de las maneras didácticas a las que el uso de esos instrumentos incita, aunque sea ahí donde nazcan tantas ocurrencias que, tras el embozo de la creatividad y de la innovación, con demasiada frecuencia sólo son expresiones del vacuo esnobismo pedagógico que domina en la escuela; sino el de la calidad de los motivos -es el nietzscheano por qué- que alientan la vocación educativa de los profesores e inspiran su estilo de ejercer el magisterio.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img height="300" src="https://lh6.googleusercontent.com/NvDz99ISN4t_mTslajskSX874yJM-_0zZ1yvxuWL_0loaNyv43iptIU6ep0-G3pqYUkiUC8FlYP56yOpVI8QwNpHP2AC_UBc5GLpr8WJ43ZdRz8BscBlI1_zYk-XBtgVTpB4TWJ4" width="320" /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En la tupida selva de los “cómos” en que hoy la educación anda perdida, es imprescindible establecer el debate en lo más genuinamente originario, en esa condición suya de agalma que -engastada en la excelencia de aquellos profesores que no se exhiben en el aula como erómenos sino como erastés del conocimiento- consigue que el alumno desee y quiera aprender. De cuanto hoy es posible hacer en la escuela, lo más importante, sin duda, es seducir al alumno para que aprender le resulte una tarea apetecible, y ello hasta el extremo de que, pese a ser de una sociedad tan hiperhedonista y tan hiperpragmatista como ésta, el alumno acceda a diferir otros deseos cuya inmediata satisfacción entorpece, seguramente impida, el desarrollo del deseo de aprender incluso aquello que al pronto carece de alguna utilitaria aplicación.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Esta “metacompetencia”, el que aprender sea causa de un entusiasmo tan primordial que llegue a participar activamente en la reconfiguración (en la educación) del mapa de los deseos humanos, es condición de posibilidad de aquellas otras competencias que la jerga administrativo pedagógica dicta que hay que conseguir. Esto, tan difícil siempre, ahora, en el actual contexto sociocultural, llega a ser tan arduo, que sólo los profesores excelentes resultan aptos para ello. La pregunta, claro, es: ¿en qué consiste esa excelencia? </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Según el relato de Platón en El Banquete, Agatón invitó a Sócrates a debatir en su casa con otros sabios atenienses sobre la naturaleza de Eros. Agatón quiso que el maestro, al llegar, se sentara a su vera para así poderse apropiar de su sabiduría. Pero Sócrates, lejos de sentirse fácilmente halagado por el amable gesto de un aventajado discípulo que lo quería cerca de él, le respondió que la sabiduría no era como el agua que por el hecho de estar mutuamente en contacto dos recipientes se puede derramar del más lleno al más vacío. Al reaccionar de modo tan incomprensible para Agatón, explica J. Lacan, Sócrates no quiere que el discípulo lo perciba como alguien poseedor de sabiduría, sino como un ávido buscador de ella.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img height="265" src="https://lh4.googleusercontent.com/jAgEQ0vcytSnGcclw3BeCsleroy3FAopVlt5_kOgGxulW82gCPd39xDijSBMJ-J1jCfJzglNV6fmWzNiqhmXFqpFZYsE7Hcy8dHWcNO9wj6OK0WdpBBCGLuXRU6BPYtWkIfC7B1m" width="400" /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El maestro comparte con el discípulo, en lo que a la sabiduría se refiere, la misma condición de erastés; es decir, discípulo y maestro aman más la sabiduría que no tienen pero ansían tener, que la que ya poseen. Ninguno de los dos, regresando a la metáfora inicial de la enseñanza y del aprendizaje como si del mecánico trasvase de unos líquidos se tratase, es un recipiente colmado de sabiduría. Ninguno de los dos es un cognoscente satisfecho. Tampoco el maestro, por muy sabio que pueda ser. La más preciada transferencia, la más sabia enseñanza, la más valiosa lección, que el maestro puede regalar al discípulo no es la del acopio -más o menos amplio- de los conocimientos que ya tiene y que al discípulo -ciertamente- le puede conducir al erróneo juicio de que su maestro es un erómenos , es decir, la encarnación de la sabiduría que él desea poseer para saciar su menesterosa condición de erastés.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aunque parezca paradójico, la más preciada transferencia del maestro a su discípulo es la de su perenne condición de erastés de la sabiduría, de perpetuo aprendiz, de contumaz alumno. Adviértase que sólo el maestro que nunca pierde su anhelo de aprender, que siempre lo conserva brioso, evita que se le pueda desnaturalizar su auténtica condición pedagógica de erastés y acabe él mismo mutando en erómenos, en fatuo enseñante que tuerce la pedagogía al pretender que sus alumnos aprendan lo que él sabe más que prenda en ellos el hambre insaciable de saber. No es posible que el aprendizaje se convierta en agalma para el deseo del alumno si su profesor no es erastés y el aprendizaje no es también para agalma que le moviliza el deseo saber.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img src="https://lh6.googleusercontent.com/O8eB77DysKL_joOmMkqB43qftWYCqVh3JyF3tamH-WVltm_aqC7p-QPb9pmMqQMdo0TutWni38QU_TDfo0QuzvNX4FxFC-xMMRnMgorMwurAJFlO0daBR2rFkqU8NNMBSOhLIO31" /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lamentablemente, en el mundo de la educación hoy abundan más los profesores enseñantes que los profesores agalma. Y mil enseñantes, aunque estén máximamente al tanto del uso de la “pantalla” y de cuantas ocurrencias pedagógicas ésta hace cristalizar en su alrededor, no valen lo que un solo profesor erastés. Para quien no sea erastés el aprendizaje no sea agalma de su propio deseo, este impulso de innovación escolar, será mera quincalla tecnológica, mero esnobismo pedagógico. La Era de Internet, en la que el alumno tiene libre e inmediato acceso a cuenta informacion quiera, no precisa de profesores enseñantes, éstos se han vuelto obsoletos, pues para eso ya está Internet, sino profesores erastés que sepan suscitar y forjar una relación de deseo entre sus alumnos y el conocimiento. Hoy el conocimiento nace envejecido. Por eso, es absurdo contratar a un candidato por lo que sabe, aunque ello sea lo último de lo último, sin verificar antes el vigor de su condición de erastés.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i><b>*** *** ***</b></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i><br /></i></span></div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i>En tiempos de confusión y de innovación escolar, la educación o es agalma del deseo de aprender de los alumnos o es esnobismo pedagógico y quincalla tecnológica de los enseñantes. En las liturgias griegas la agalma era un exvoto, generalmente una estatuilla, una joya preciosa o un lujoso adorno, con el que el oferente pretendía ganarse el favor de los dioses.</i></span></blockquote>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEL6k5iCC1uTc2rmGedB1EKpUP-ABemUFxHXU_TSh3FZfDQrWBcbU6o0Kviw-0PY8mK40t9biBn8_oGj90rj5v29rCha1wEPgnZqK0FYdEpwl9uX_0hjMhyphenhyphene25Oxix_QWi1Rzsc-mB_YA/s1600/Calcante.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="520" data-original-width="402" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEL6k5iCC1uTc2rmGedB1EKpUP-ABemUFxHXU_TSh3FZfDQrWBcbU6o0Kviw-0PY8mK40t9biBn8_oGj90rj5v29rCha1wEPgnZqK0FYdEpwl9uX_0hjMhyphenhyphene25Oxix_QWi1Rzsc-mB_YA/s320/Calcante.jpg" width="247" /></a></div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i>En sentido figurado, la agalma es aquello que mueve el deseo y determina la voluntad de alguien. En estos tiempos, a la vez de confusión y de innovación pedagógica, hay que insistir en que la educación es, más que nada, esa agalma que excita el deseo y la voluntad de aprender del alumno. El taumaturgo capaz de sanar ese moderno mal que es la obsolescencia, no es el profesor enseñante que, fatuamente aupado en lo mucho que sabe, se erige en erómenos para sus alumnos. El conocimiento hoy nace envejecido. Por eso, lo aconsejable no es confiar en un profesor tanto por lo que sabe, aunque sea lo último de lo último, cuanto por su verificada su condición de profesor erastés, es decir, por su vital necesidad de aprender, en especial aquello que, en el tráfago de la Nueva Era, considere imprescindible para que aprender sea agalma que excite el deseo de sus alumnos.</i></span></blockquote>
EAChttp://www.blogger.com/profile/12141002931864215749noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3565322860418444874.post-31244775420449213492017-10-24T20:53:00.002+02:002017-10-24T20:53:42.121+02:00En el actual "paisaje socioeducativo": El problema de la lectura de los niños (y 3)<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><b>En el actual “paisaje socioeducativo” no es cierto que</b> la lectura, para los niños, sea...</span></div>
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="font-size: medium;"></span><br></span>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"></span><br>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxRJdtsIPZ8SyYqGqnG5MTTaIQr4bajQvSj1OGzhtwAMELm32IOnRYk3ZJd6i97EXRNH8MZKMl1zKjW4Zs6jw484gMZodutz06QWtaknL2g2V_FZBQyCw6xAyQa0reedDmRkoqut9xgSk/s1600/cavando+en+el+libro.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxRJdtsIPZ8SyYqGqnG5MTTaIQr4bajQvSj1OGzhtwAMELm32IOnRYk3ZJd6i97EXRNH8MZKMl1zKjW4Zs6jw484gMZodutz06QWtaknL2g2V_FZBQyCw6xAyQa0reedDmRkoqut9xgSk/s1600/cavando+en+el+libro.jpg"></span></a></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="font-family: inherit;"></span><br></span>
</div><a href="https://oreducationoralmostnothing.blogspot.com/2017/10/en-el-actual-paisaje-socioeducativo-el.html#more">SEGUIR LEYENDO</a>EAChttp://www.blogger.com/profile/12141002931864215749noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3565322860418444874.post-12152391642028740402017-08-26T18:51:00.001+02:002018-03-09T18:14:02.868+01:00El riesgo de nunca llegar a leer bien. Del "learning by doing" al "learning by reading".<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: large;"><span style="white-space: pre-wrap;">Si naciste después de 1995, muy especialmente si fue a partir de 2010, <span style="color: red;"><b>corres el riesgo de que nunca llegues a saber leer ni escribir bien del todo</b></span></span></span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">.</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: large;"><span style="white-space: pre-wrap;"><br></span></span>
<br>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVZcwEq_oUKIzP3hOwRFV2zakGUt1QIldYPVmuZHhazsX-jXp7xFDAWLrTpCidX9AyQ7VOYjsEIsJjkyJl1CalriDCJGsaZ5FmmlghG4X1AjAZ3aUOghbpSPWKz-Py4HZlWDVEPnaVi28/s1600/generacion-z+22.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="200" data-original-width="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVZcwEq_oUKIzP3hOwRFV2zakGUt1QIldYPVmuZHhazsX-jXp7xFDAWLrTpCidX9AyQ7VOYjsEIsJjkyJl1CalriDCJGsaZ5FmmlghG4X1AjAZ3aUOghbpSPWKz-Py4HZlWDVEPnaVi28/s1600/generacion-z+22.jpg"></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;"><i><span style="color: blue;">Está de moda decir que los alumnos aprendéis mejor “</span><b><span style="color: red;">by doing</span></b><span style="color: blue;">”, haciendo cosas. En cambio, no está de moda explicar que esto -en no poca medida- es consecuencia de que os cuenta mucho aprender “</span><b><span style="color: red;">by reading</span></b><span style="color: blue;">”, leyendo. Ni tampoco está de moda admitir que esto es el </span><span style="color: red;"><b>efecto nocivo </b></span><span style="color: blue;">de vuestra </span><b style="color: blue;"><span style="color: red;">nativa condición digital</span></b><span style="color: blue;">, que no está siendo correctamente educada.</span></i></span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: center;">
</div>
</div><a href="https://oreducationoralmostnothing.blogspot.com/2017/08/el-riego-de-nunca-llegar-leer-ni.html#more">SEGUIR LEYENDO</a>EAChttp://www.blogger.com/profile/12141002931864215749noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3565322860418444874.post-716982110571543752017-08-11T14:29:00.001+02:002017-09-11T15:13:24.265+02:00El complejo de Tetis y de su travestido hijo. La amorosa torpeza de los padres<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: right;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 10pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">“</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 10pt; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Iré a buscar al que mató al amigo querido, a Héctor;</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: right;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 10pt; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">y sufriré la muerte cuando lo dispongan</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: right;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 10pt; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Zeus y los demás dioses inmortales.</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: right;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 10pt; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Y tú, aunque seas mi madre y me ames,</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: right;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 10pt; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">no me prohibas que pelee,</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: right;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 10pt; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">pues no lograrás persuadirme</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 10pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">”</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: right;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 10pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">(Aquiles a su madre Tetis en Iliada, Canto XVIII)</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<b style="font-weight: normal;"><br></b></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">O ser un dios inmortal en Esciros o ser el mejor de los mortales en Troya. Ese es el dilema, arduo dilema, al que Aquiles en algún momento de su vida deberá hacer frente. Y Tetis, su madre, lo sabía porque el hado Calcante, al poco de nacer su hijo, le hizo la siguiente revelación: primero, que en Troya no habría victoria de los griegos sin la participación de Aquiles; segundo, que Aquiles, de acudir a la lucha con los griegos, moriría en Troya.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<b style="font-weight: normal;"><br></b></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">En adelante, como madre, Tetis lo hizo bien y mal con su hijo; seguramente tan bien y tan mal como cualesquiera otros padres al conocer el difícil futuro de su hijo, si es que acaso esto fuese posible e incluso deseable.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<b style="font-weight: normal;"><br></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDyo4cnqPO2Xb8Qf8ltZAbWOzyBpBzlQsDjkBe8UrVtYZmgNAzrouCbDSL122_YHPFF2VxuukNdkw8U3ENiYu_eYBNUqECp7xnI8qDh2A3NEsu2P7JvJ6LgyszYVBhwNrJgGaK7s0Drrk/s1600/Sobreprotectores.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="494" data-original-width="469" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDyo4cnqPO2Xb8Qf8ltZAbWOzyBpBzlQsDjkBe8UrVtYZmgNAzrouCbDSL122_YHPFF2VxuukNdkw8U3ENiYu_eYBNUqECp7xnI8qDh2A3NEsu2P7JvJ6LgyszYVBhwNrJgGaK7s0Drrk/s320/Sobreprotectores.jpg" width="303"></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<b style="font-weight: normal;"><br></b></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<a href="https://oreducationoralmostnothing.blogspot.com/2017/08/el-complejo-de-tetis-y-de-su-travestido.html#more">SEGUIR LEYENDO</a>EAChttp://www.blogger.com/profile/12141002931864215749noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3565322860418444874.post-88303845005730204532017-05-27T11:00:00.002+02:002017-05-28T11:00:32.744+02:00¿Aprender "en" Internet o "con" Internet? Luces y sombras (pedagógicas y tecnológicas) de la actual tendencia educativa<div class="" data-block="true" data-editor="cdsrr" data-offset-key="835u1-0-0" style="background-color: white;">
<div class="_1mf _1mj" data-offset-key="835u1-0-0" style="direction: ltr; position: relative; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><span style="white-space: pre-wrap;"><span style="color: #1d2129;">Estando razonablemente </span><span style="color: #1d2129;">fuera</span><span style="color: #1d2129;"> de duda que los alumnos, a partir de cierto momento, deben </span></span></span><span style="color: #1d2129; font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large; white-space: pre-wrap;">emplear </span><span style="color: #1d2129; font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large; white-space: pre-wrap;">las TIC's en su normal proceso de aprendizaje</span><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large; white-space: pre-wrap;"><span style="color: #1d2129;">, </span><b><span style="color: blue;">la cuestión es</span></b><span style="color: #1d2129;">: </span><span style="color: red;"><b>¿Cuándo, cómo y para qué, se debe usar esta tecnología en clase?</b></span></span><br>
<br>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large; white-space: pre-wrap;"><b><span style="color: blue;">El objetivo principal</span></b><span style="color: #1d2129;"><span style="color: #1d2129;"> de la aplicación de las TIC's en la escuela no debe ser -sin más- que el aprendizaje resulte </span><b><span style="color: blue;">más ameno</span></b><span style="color: #1d2129;"> </span></span></span><span style="color: #1d2129; font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large; white-space: pre-wrap;">a unos alumnos con crecientes dificultades lectoescritoras y a unos profesores (vocacionados y bienintencionados) que no siempre saben qué hacer para estar a la altura de las exigencias de este tiempo.</span><span style="color: #1d2129; font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large; white-space: pre-wrap;"> Sino </span><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large; white-space: pre-wrap;"><span style="color: blue;"><b><span style="color: blue;">más inteligente: </span><span style="color: red;">un aprendizaje </span><span style="color: red;">siempre más y más inteligente</span></b></span></span><span style="color: #1d2129; font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large; white-space: pre-wrap;">.</span><br>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKOaHoec8oPevqnYNPdfWwygfjKaEga6iCOsHk6vGPO0TRNd6gd6BMIb4jbbkHWS3-J-MLfF64x0mFBjEblS6bpM5op9z4WK2_JhUVxT0IssnLyhsrI6IoPZxXIi7QiZgAg-99cuZiD9M/s1600/La+educaci%25C3%25B3+moderna.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="567" data-original-width="480" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKOaHoec8oPevqnYNPdfWwygfjKaEga6iCOsHk6vGPO0TRNd6gd6BMIb4jbbkHWS3-J-MLfF64x0mFBjEblS6bpM5op9z4WK2_JhUVxT0IssnLyhsrI6IoPZxXIi7QiZgAg-99cuZiD9M/s320/La+educaci%25C3%25B3+moderna.jpg" width="270"></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large; white-space: pre-wrap;"><span style="color: #1d2129;">Y este "plus" de inteligencia no se obtiene por </span><b><span style="color: blue;">el simple hecho de poner al alumno delante de una "pantalla" con conexión a la Red</span></b><span style="color: #1d2129;">, como tampoco antes ocurría por </span></span><span style="color: #1d2129; font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large; white-space: pre-wrap;">el simple hecho de </span><span style="color: #1d2129; font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large; white-space: pre-wrap;">ponerlo delante de un "libro". </span><span style="color: red; font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large; white-space: pre-wrap;"><b>Por tanto, los alumnos, ¿delante de una "pantalla"? Sí, claro. Pero, ¿para hacer qué?</b></span></div>
</div></div><a href="https://oreducationoralmostnothing.blogspot.com/2017/05/aprender-en-internet-o-aprender-con.html#more">SEGUIR LEYENDO</a>EAChttp://www.blogger.com/profile/12141002931864215749noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3565322860418444874.post-49582747680934312372017-03-21T21:44:00.000+01:002017-06-06T19:07:14.797+02:00El bullying no es la enfermedad, sino el síntoma.<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Si entras en Google y escribes </span><span style="background-color: transparent; color: blue; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">“bullying</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">”, en 0,47 segundos el buscador te dará 93.400.000 de entradas. !</span><span style="background-color: transparent; color: blue; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Una barbaridad</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">! Seguidamente, si haces lo mismo poniendo “</span><span style="background-color: transparent; color: blue; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">ética</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">”, el buscador te facilitará sólo 58.800.000 resultados, poco más de la mitad. Y, por último, si </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">googleas</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> “</span><span style="background-color: transparent; color: blue; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">bullying y ética</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">”, las dos palabras juntas, ¿tienes idea de cuántos resultados te van a aparecer?</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQn8SoYe6QXxWY13WIb7CjwplMyWrrOv3FZ7OFxY8JHxW8-pFpinsaOEcJd-xVQU2yfrinigCtOhQ0kgiW-Z2A3kXt2Qf2zh9PyKHmNA0biitGzKnoKoYkYXrSH8xtTng726JOHz88H98/s1600/stop+bullying.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQn8SoYe6QXxWY13WIb7CjwplMyWrrOv3FZ7OFxY8JHxW8-pFpinsaOEcJd-xVQU2yfrinigCtOhQ0kgiW-Z2A3kXt2Qf2zh9PyKHmNA0biitGzKnoKoYkYXrSH8xtTng726JOHz88H98/s320/stop+bullying.jpg" width="320"></a></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: center;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
</div>
<a href="https://oreducationoralmostnothing.blogspot.com/2017/03/el-bullying-no-es-el-problema-sino-el.html#more">SEGUIR LEYENDO</a>EAChttp://www.blogger.com/profile/12141002931864215749noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3565322860418444874.post-55178806907588361142017-03-12T21:23:00.002+01:002021-02-28T11:24:28.609+01:00El "pellizco" de la paternidad. El primer principio de la educación.<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: right;">
<span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif">"<b><span style="color: blue;">Yo no he tenido tiempo de explicarte</span></b></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif"><b><span style="color: blue;">lo que ahora para mí es esto de ser padre</span></b>"</span></div>
<span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif"></span><br>
<div style="text-align: right;">
<span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif">(Leopoldo Alas, <i>Su único hijo</i>)</span></div>
<span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif">
</span>
<br>
<div style="text-align: justify;">
<br></div>
<div style="text-align: justify;">
<span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="font-size: large;"><br></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="font-size: large;">Somos un colegio de padres de alumnos. En nosotros se da la doble condición de padres y educadores. Tenemos el enorme privilegio de poner en </span><span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="font-size: large;">practica </span><span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="font-size: large;">nosotros mismos </span><span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="font-size: large;">la educación que queremos, que pensamos que es la mejor, para nuestros hijos. </span><span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="font-size: large;"><span style="color: blue;">Como colegio, continuamente estamos naciendo del "pellizco" de la paternidad</span>.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: justify;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="color: blue; font-size: x-small;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmVc5L6GO8VFL6YYg9AxBho_lkfTNsoRgNoJ9sDymRsbNl3rX5VAGkmBQhQZSC_OElSzM_24R8DRxAOecmmxr4NcI5GAHDdJdvHjvD8UJJIDUqASrEIO7pggXYpA78AvLdX3W5x-osHak/s400/mano-padre-e-hijo-1200x548.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"></span></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: blue;"> El "pellizco" de la paternidad es el principio de nuestro Ideario. Realmente, no hay educación, que no aspire a ser una forma de control ideológico, que no nazca de este "pellizco".</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="font-size: large;"><br></span>
<span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="font-size: large;">Para educar, no es imprescindible, pero sí conveniente, sentir </span><span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="color: blue; font-size: large;"><b>el “pellizco” de la paternidad</b></span><span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="font-size: large;"> y saber en carne propia cuánto se quiere a un hijo.</span><br>
<span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="font-size: large;"><br></span>
<span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="font-size: large;">Nuestro proyecto lo hacemos extensivo a aquellos padres que coinciden con nuestra manera de entender la educación. </span><span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="font-size: large;">En el fondo, ser educador es una específica forma de paternidad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div><a href="https://oreducationoralmostnothing.blogspot.com/2017/03/el-pellizco-de-la-paternidad-el-primer.html#more">SEGUIR LEYENDO</a>EAChttp://www.blogger.com/profile/12141002931864215749noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3565322860418444874.post-14250532715585347292017-02-18T13:18:00.000+01:002017-02-20T21:35:06.339+01:00Falsedades y verdades de la excelencia educativa de hoy. El apremio de la formación ética de los alumnos.<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: white; font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;"><span style="color: #222222;">Se percibe en el ámbito de </span><span style="color: blue;">la educación la ansiosa compulsión de tener que estar en continuo cambio</span><span style="color: #222222;">, </span><span style="color: blue;">de tener que ir a la zaga de la</span><span style="color: #222222;"> </span><span style="color: blue;">última </span><span style="color: blue;">-¡ultimísima!-</span><span style="color: blue;"> novedad</span><span style="color: #222222;">.</span></span></span><br>
<span style="background-color: white; color: #222222; font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;"><br></span></span>
<br>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKz3WZ8uCg4hZCtlMQVXEm6sLZo1GbSkgvbuFAvk4Gm9QuMu1HndzURMLv6yntrsPMvXj-yoyMrxLH9sQ8T0TASXCPvPzQTDo-JEUKlDjqCc8hPEdIPdXBnEhS-jj0HxAiAHURPw9mCtw/s1600/tiempos_de_cambio.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="270" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKz3WZ8uCg4hZCtlMQVXEm6sLZo1GbSkgvbuFAvk4Gm9QuMu1HndzURMLv6yntrsPMvXj-yoyMrxLH9sQ8T0TASXCPvPzQTDo-JEUKlDjqCc8hPEdIPdXBnEhS-jj0HxAiAHURPw9mCtw/s320/tiempos_de_cambio.jpg" width="320"></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="background-color: white; color: #222222; font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;"><br></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "times new roman"; font-size: small; white-space: normal;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="color: #222222;"><span style="font-family: "arial"; font-size: small; vertical-align: baseline;"><span style="font-size: large;"><span style="color: #222222;">En realidad, no es nada distinto de lo que le ocurre a la sociedad en general. </span><span style="color: blue;">C</span></span></span><span style="background-color: white; color: blue; font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">uando todo y todos </span></span></span></span></span></span></span><span style="background-color: white; font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;"><span style="color: blue;">se mueven </span></span><span style="background-color: white; color: blue; font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">tan aceleradamente</span><span style="background-color: white; font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "times new roman"; font-size: small; white-space: normal;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="color: #222222;"><span style="color: blue;"><span style="background-color: white; color: #222222; font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">, </span><span style="background-color: white; font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">a muchos les d</span><span style="background-color: white; font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">a miedo no echarse a correr también</span></span><span style="color: #222222; font-family: "arial"; font-size: large;">.</span></span></span></span></span></span></span><br>
<span style="background-color: white; font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "times new roman"; font-size: small; white-space: normal;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="color: #222222;"><span style="color: #222222; font-family: "arial"; font-size: large;"><br></span></span></span></span></span></span></span>
<span style="background-color: white; font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "times new roman"; font-size: small; white-space: normal;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="color: #222222;"><span style="color: #222222; font-family: "arial"; font-size: large;">Es el temor -quizás comprensible temor- de volverse obsoleto, de </span><span style="color: blue; font-family: "arial"; font-size: large;">quedarse pasado de moda.</span><span style="color: #222222; font-family: "arial"; font-size: large;"> O como en una ocasión </span></span></span></span></span></span></span><span style="background-color: white; color: #222222; font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">una madre </span><span style="background-color: white; font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "times new roman"; font-size: small; white-space: normal;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="color: #222222;"><span style="color: #222222; font-family: "arial"; font-size: large;">me dijo, </span><span style="color: blue; font-family: "arial"; font-size: large;">temor a</span></span></span></span></span></span></span><span style="color: blue;"><span style="background-color: white; font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;"> dejar de ser</span><span style="background-color: white; font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;"> "cool"</span></span><span style="background-color: white; color: #222222; font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">.</span><br>
<span style="background-color: white; color: #222222; font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;"><span style="color: black; font-family: "times new roman"; font-size: small; white-space: normal;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="color: #222222;"><span style="background-color: white; color: #222222; font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;"></span></span></span></span></span></span></span><br>
</div></div><a href="https://oreducationoralmostnothing.blogspot.com/2017/02/hoy-falsedades-y-verdades-de-la.html#more">SEGUIR LEYENDO</a>EAChttp://www.blogger.com/profile/12141002931864215749noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3565322860418444874.post-32038480078399223252017-02-08T11:57:00.033+01:002021-02-04T12:16:20.810+01:00La falsa felicidad de los hijos.<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; white-space: pre-wrap;"><span>A los padres lo que más nos ocupa y preocupa es <b>la felicidad de nuestros hijos</b>. Pero los padres de hoy corremos el riesgo de <b>confundir felicidad con "facilidad";</b> es decir,<b> </b>de creer que la felicidad de nuestros hijos pasa por la excesiva concesión de recompensas y de concesiones siempre fáciles e</span></span><span style="font-family: "arial"; white-space: pre-wrap;"> inmediatas</span><span style="font-family: "arial"; white-space: pre-wrap;">.</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; white-space: pre-wrap;"><span><br></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: center;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="color: black; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiimzpQqTQM32-eQavDor42c6VZE_dQqa4aEpC1svIat9-RtZEWRg5hkpwEIumKxwgZXPy5wVmyd6N-lfApy6Pt8GSjI8t8siIGsgPLNivpFGw6X6GmMcmx48IhXCKbyQ_XspnlrnnBan0/s1600/La+felicidad+de+los+hijos+12.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiimzpQqTQM32-eQavDor42c6VZE_dQqa4aEpC1svIat9-RtZEWRg5hkpwEIumKxwgZXPy5wVmyd6N-lfApy6Pt8GSjI8t8siIGsgPLNivpFGw6X6GmMcmx48IhXCKbyQ_XspnlrnnBan0/s400/La+felicidad+de+los+hijos+12.jpg" width="400"></a></span></div></div>
<a href="https://oreducationoralmostnothing.blogspot.com/2017/02/la-falsa-felicidad-de-los-hijos.html#more">SEGUIR LEYENDO</a>EAChttp://www.blogger.com/profile/12141002931864215749noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3565322860418444874.post-63432683404329591662016-11-06T20:08:00.001+01:002018-02-25T17:59:00.892+01:00Cuando el problema no son los niños, sino los padres. La dificultad de educar en una “sociedad abierta”.<span id="docs-internal-guid-be2201c5-3a50-4b2e-5778-228864f27d9d"></span><br>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span id="docs-internal-guid-be2201c5-3a50-4b2e-5778-228864f27d9d"><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">No hace mucho unos padres me confesaban su creciente preocupación. No les acababan de gustar algunos amigos de su hijo, aunque se conocían desde pequeños. A lo cual les respondí que me parecían buenos niños… La madre, con agudeza, se apresuró a aclararme:</span></span></div>
<span id="docs-internal-guid-be2201c5-3a50-4b2e-5778-228864f27d9d">
</span>
<br>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span id="docs-internal-guid-be2201c5-3a50-4b2e-5778-228864f27d9d"><br></span></div>
<span id="docs-internal-guid-be2201c5-3a50-4b2e-5778-228864f27d9d">
</span>
<br>
<blockquote class="tr_bq" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span id="docs-internal-guid-be2201c5-3a50-4b2e-5778-228864f27d9d"><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El problema no son los niños, sino sus padres, sus familias. Son buena gente. Pero, mi hijo, cuando va a sus casas a pasar una tarde o un fin de semana, no nos gusta cómo vuelve. No todo lo que esas familias permiten que sus hijos hagan y deshagan se aviene a lo que nosotros le tratamos de enseñar al nuestro.</span></span></blockquote>
<span id="docs-internal-guid-be2201c5-3a50-4b2e-5778-228864f27d9d">
</span>
<br>
<div style="text-align: center;">
<br></div>
<span id="docs-internal-guid-be2201c5-3a50-4b2e-5778-228864f27d9d">
</span>
<br>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span id="docs-internal-guid-be2201c5-3a50-4b2e-5778-228864f27d9d"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbR2dy4C3g7ZQxJuko5ZbkxZgI93cP7VPy-PDiOXJhzWVSbxIcuwLuhEjvdOKiI1TB4AoPKTqF64jsakZQ4lpgdXYy2RbVYFPjcZMXCnw7z4lPnjcBNZPRsx6x55h6ViM7hI1xUtI4Z80/s1600/padres+10.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbR2dy4C3g7ZQxJuko5ZbkxZgI93cP7VPy-PDiOXJhzWVSbxIcuwLuhEjvdOKiI1TB4AoPKTqF64jsakZQ4lpgdXYy2RbVYFPjcZMXCnw7z4lPnjcBNZPRsx6x55h6ViM7hI1xUtI4Z80/s200/padres+10.jpg" width="200"></a></span></div>
<span id="docs-internal-guid-be2201c5-3a50-4b2e-5778-228864f27d9d">
<br>
</span><br>
<a href="https://oreducationoralmostnothing.blogspot.com/2016/11/cuando-el-problema-no-son-los-ninos.html#more">SEGUIR LEYENDO</a>EAChttp://www.blogger.com/profile/12141002931864215749noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3565322860418444874.post-77863491920396647292016-10-17T20:14:00.000+02:002018-01-30T13:02:29.052+01:00La adolescencia adelantada. Niños disfrazados de adolescentes.<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial";"><span style="font-size: 18.6667px; white-space: pre-wrap;"><b><span style="color: red;">Cada vez antes, los niños a partir de los 11 y 12 años se ven socialmente inducidos, casi obligados, a ser los adolescentes que todavía no son</span></b>.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br>
<div style="text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIJ67qu16WA9R17EwG1rpEvsOby2N11y-U82tUW7CSZXRsU56CVWzxkW1ahcYuQijosTWN8Rs-YACXF4I_ghFDluuzP9hzjazfSgPpcaVgkcpEmNhU65YodiKOxpv7OaJuMrEp_G_0eaI/s1600/Ni%25C3%25B1as+precoces.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="210" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIJ67qu16WA9R17EwG1rpEvsOby2N11y-U82tUW7CSZXRsU56CVWzxkW1ahcYuQijosTWN8Rs-YACXF4I_ghFDluuzP9hzjazfSgPpcaVgkcpEmNhU65YodiKOxpv7OaJuMrEp_G_0eaI/s320/Ni%25C3%25B1as+precoces.jpg" width="320"></a></div>
</div>
<div style="text-align: right;">
<br></div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial";"><span style="font-size: 18.6667px; white-space: pre-wrap;">Hasta no hace mucho el paso de la infancia a la adolescencia era un tránsito más tardío al que los psicólogos llamaban <b><span style="color: blue;">preadolescencia</span></b>. </span></span><br>
<span style="font-family: "arial";"><span style="font-size: 18.6667px; white-space: pre-wrap;"><br></span></span><span style="font-family: "arial";"><span style="font-size: 18.6667px; white-space: pre-wrap;">Pero, de un tiempo a esta parte, <b><span style="color: red;">este paso se ha convertido en un salto abrupto, precipitado y forzado</span></b>.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial";"><span style="font-size: 18.6667px; white-space: pre-wrap;"><b><span style="color: blue;"><br></span></b></span></span></div>
<span style="font-family: "arial";"><span style="font-size: 18.6667px; white-space: pre-wrap;"></span></span><br>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial";"><span style="font-size: 18.6667px; white-space: pre-wrap;"><b><span style="color: blue;">Los niños, más que hacerse adolescentes, se disfrazan de adolescentes, </span><span style="color: red;">tratando de vivir una vida que no les permite agotar, hasta consumir sus últimos sorbos, la tardo niñez.</span></b></span></span><br>
<span style="font-family: "arial";"><span style="font-size: 18.6667px; white-space: pre-wrap;"><b><span style="color: red;"></span></b></span></span><br>
</div></div><a href="https://oreducationoralmostnothing.blogspot.com/2016/10/la-adolescencia-adelantada-ninos.html#more">SEGUIR LEYENDO</a>EAChttp://www.blogger.com/profile/12141002931864215749noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3565322860418444874.post-15177323650751484842016-09-18T16:29:00.000+02:002017-06-11T10:43:29.421+02:00Nuestros niños, ¿son buenos y se portan bien porque (y cuando) los observamos?<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; white-space: pre-wrap;">Hace unos días vi cómo dos niños de diez años se gritaban. Lo hacían con saña. No llegaron a las manos. Pero les faltó poco. Si la discusión hubiera sucedido en otro lugar, seguramente hubieran acabado pegándose no sólo con las palabras.</span></div>
<b style="font-weight: normal;"><br></b>
<br>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDVnWlrVV6-V0SkN4YWnUobti2snLo6jvKE-rJ5mdU325GWOzz9HMaaFldsmzkpKtMeY1-IOVKKKtRe0zBAj5s1XP7lpRLjurWxMQeBs_MmfnDRbLu6ZphLm61jAQV3xfVpMAYqY1Cggs/s1600/Pelearse_y_pegarse.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDVnWlrVV6-V0SkN4YWnUobti2snLo6jvKE-rJ5mdU325GWOzz9HMaaFldsmzkpKtMeY1-IOVKKKtRe0zBAj5s1XP7lpRLjurWxMQeBs_MmfnDRbLu6ZphLm61jAQV3xfVpMAYqY1Cggs/s200/Pelearse_y_pegarse.jpg" width="191"></a></div>
<div style="text-align: center;">
<br></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Después de conversar con los protagonistas (y los espectadores) del incidente, llegué a </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>la desoladora conclusión</b></span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> de que para bastantes de ellos el principal motivo para no pelearse era evitar una reprimenda o un castigo de sus padres y</span><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; white-space: pre-wrap;"> profesores</span><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; white-space: pre-wrap;">.</span></div>
<b style="font-weight: normal;"></b><br>
<a href="https://oreducationoralmostnothing.blogspot.com/2016/09/nuestros-ninos-son-buenos-y-se-portan.html#more">SEGUIR LEYENDO</a>EAChttp://www.blogger.com/profile/12141002931864215749noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3565322860418444874.post-28837775709940772722016-09-09T16:08:00.000+02:002017-06-11T10:43:43.544+02:00Principio de curso: ¡La operación mochila!<div style="text-align: justify;">
<span id="docs-internal-guid-8c6663ad-fdf8-9ab1-1e23-4a080fb958d3"><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Llegado el nuevo curso, <b>¿qué meteremos -padres y educadores- en la mochila escolar que nuestros niños van a estrenar estos días</b></span></span><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>?</b> Libros de texto, cuadernos, carpetas, lápices, agendas... Incluso una tablet. Es</span><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> tanto el material que se</span><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">rá difícil que </span><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; white-space: pre-wrap;">todo </span><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">nos </span><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; white-space: pre-wrap;">quepa</span><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; white-space: pre-wrap;"> </span><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; white-space: pre-wrap;">en la mochila</span><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; white-space: pre-wrap;">.</span><br>
<br></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNRBzbjOZzHThJ7JSFrCln-12IsxTTNE5dM69-eWNfduB6x9RWxu7Zzibs4AGysvmXWoHdDMMKphhARHrsmYF9JWCyGp-WLJ6MGAkM1fxhZe0YZ_2NB1qY_UiHP526rG-D2AzSHTu9Qoo/s1600/OperacionMochila.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNRBzbjOZzHThJ7JSFrCln-12IsxTTNE5dM69-eWNfduB6x9RWxu7Zzibs4AGysvmXWoHdDMMKphhARHrsmYF9JWCyGp-WLJ6MGAkM1fxhZe0YZ_2NB1qY_UiHP526rG-D2AzSHTu9Qoo/s320/OperacionMochila.png" width="320"></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br></span>
<br>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: 14.66px;">Entre tantos preparativos de principio de curso,</span></span><b style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; white-space: pre-wrap;"> </b><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; white-space: pre-wrap;">puede que </span><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: 14.66px;">se</span></span><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; white-space: pre-wrap;"> nos olvide "guardar" en la mochila <b>algo</b></span><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; white-space: pre-wrap;"><b> de lo más importante</b>. Me refiero a esos <b>"otros aprendizajes"</b> que ni aparecen en las listas de materiales ni suelen estar </span><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; white-space: pre-wrap;">explícitamente </span><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; white-space: pre-wrap;">recogidos </span><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; white-space: pre-wrap;">en las programaciones de las asignaturas, aunque son tan<b> convenientes para la buena marcha del</b> <b>curso</b>.</span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"></span><br></div>
<a href="https://oreducationoralmostnothing.blogspot.com/2016/09/principio-de-curso-la-operacion-mochila.html#more">SEGUIR LEYENDO</a>EAChttp://www.blogger.com/profile/12141002931864215749noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3565322860418444874.post-49392166380423243142016-05-01T10:04:00.000+02:002016-05-11T21:44:39.826+02:00El "silencio" de las tablets (y 2). ¿Qué es preciso para que el uso de las TIC haga más inteligentes a nuestros hijos?<div style="text-align: justify;">
<span id="docs-internal-guid-20043cf8-3cff-833c-8b6a-e4d80ddc9958" style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline;">Si uno, deshaciéndose de </span><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-weight: bold;">prejuicios, </span><span style="color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-weight: 700; vertical-align: baseline;">mira a su alrededor, </span><span style="color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; vertical-align: baseline;">podrá</span><span style="color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; vertical-align: baseline;"> constatar que a los niños y adolescentes de ahora -en general- les </span><span style="color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-weight: 700; vertical-align: baseline;">cuesta más que antes culminar el aprendizaje lectoescritor</span><span style="color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; vertical-align: baseline;"> que iniciaron a los cuatro o cinco años; que -en general- les </span><span style="color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-weight: 700; vertical-align: baseline;">es más gravoso que antes lograr</span><span style="color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; vertical-align: baseline;"> la <b>interiorización profunda de un texto</b>; que -en general- les </span><span style="color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-weight: 700; vertical-align: baseline;">resulta más difícil que antes “traducir” la información</span><span style="color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; vertical-align: baseline;"> (¡nunca tanta ni tan accesible!) </span><span style="color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-weight: 700; vertical-align: baseline;">en conocimiento</span><span style="color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; vertical-align: baseline;">.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWMlWUHqppYoi62NGShLZcPBaVtF3h2XCQfo-z8DcR9yq8K1ahn0MwiReGQGaTsywN_yc-9PXyEHP0iSxeWycz-swYasA9MFwd80Wx_xGMypT-8xC1T13sv1dbeuMfDTpDY3-hfVaVDdI/s1600/6-se%25C3%25B1ales-que-indican-que-tu-hijo-puede-tener-problemas-en-el-colegio.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="185" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWMlWUHqppYoi62NGShLZcPBaVtF3h2XCQfo-z8DcR9yq8K1ahn0MwiReGQGaTsywN_yc-9PXyEHP0iSxeWycz-swYasA9MFwd80Wx_xGMypT-8xC1T13sv1dbeuMfDTpDY3-hfVaVDdI/s200/6-se%25C3%25B1ales-que-indican-que-tu-hijo-puede-tener-problemas-en-el-colegio.jpg" width="200"></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span id="docs-internal-guid-20043cf8-3d01-e6db-7d5f-1c71bb252a61" style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline;">Hasta cierto punto es normal, casi inevitable, que estas “adversidades” en el aprendizaje escolar de ahora estén ocurriendo. ¿</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline;"><b>Posibles c</b></span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline;"><b>ausas</b></span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline;">? D</span><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px;">os al menos</span><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px;">:</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline;"></span></span><br></div>
<a href="https://oreducationoralmostnothing.blogspot.com/2016/04/el-silencio-de-las-tablets-y-2-que-es.html#more">SEGUIR LEYENDO</a>EAChttp://www.blogger.com/profile/12141002931864215749noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3565322860418444874.post-64049165945986330392016-04-19T20:37:00.000+02:002016-05-01T10:02:51.734+02:00El "silencio" de las tablets (y 1) ¿Es verdad que el uso de las TIC hace más inteligentes a nuestros hijos?<div style="text-align: justify;">
<span id="docs-internal-guid-20504beb-250e-a4a2-12a3-5da315f214de"><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.6667px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Es llamativo el silencio que hay en las clases cuando los alumnos se ponen a trabajar con y en sus tablets. Las distracciones son mínimas y casi siempre justificadas: o por una caída de la conexión o por una expulsión del programa o por el agotamiento de la batería....</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: 14.6667px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span id="docs-internal-guid-20504beb-250f-1026-3541-b38b4a84e037"><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.6667px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Mientras tienen una tablet en las manos, el tiempo que son capaces de estar en lo suyo, desentendidos de su alrededor, concentrados en su tarea, se multiplica por dos o por tres. No es el mismo esfuerzo el que los alumnos hacen para “meterse” en su tablets que en sus tradicionales libros y cuadernos de papel.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: 14.6667px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br></span>
<br>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3QTTBxDy7ytkka0_SuE8qNz6ps_Y2dmvrCMES4n9wnOOEdzVs73Glg4b5Y70QGH7YN7QsIOp5H2y_vgv6z7Es7FHB6QOWKj4FiCoryLuxa6f_RhOqMqkI9cI5Hxk7NJgvb240TiaX6Ms/s1600/IMG-20160418-WA0001.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3QTTBxDy7ytkka0_SuE8qNz6ps_Y2dmvrCMES4n9wnOOEdzVs73Glg4b5Y70QGH7YN7QsIOp5H2y_vgv6z7Es7FHB6QOWKj4FiCoryLuxa6f_RhOqMqkI9cI5Hxk7NJgvb240TiaX6Ms/s320/IMG-20160418-WA0001.jpg" width="320"></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: 14.6667px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br></span></div>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<div style="text-align: justify;">
<span id="docs-internal-guid-cc681a6d-28e8-167b-876d-929311eb4593"><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.6667px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Este “embebecimiento” de los alumnos </span></span><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.6667px; white-space: pre-wrap;">en las “pantallas” </span><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.6667px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">me intriga:</span><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.6667px; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> ¿Cuánto del silencio obtenido con sus “pantallas” es intelectualmente provechoso para ellos?</span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: 14.6667px; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"></span></div>
<a href="https://oreducationoralmostnothing.blogspot.com/2016/04/el-silencio-de-las-tablets-y-1-es.html#more">SEGUIR LEYENDO</a>EAChttp://www.blogger.com/profile/12141002931864215749noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3565322860418444874.post-19843799634226541652016-02-15T20:09:00.000+01:002018-01-02T14:45:32.833+01:00Motivar a los niños, ¿sólo con regalos y premios? Pan para hoy y hambre para mañana.<b style="font-weight: normal;"></b><br>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<blockquote class="tr_bq">
<span style="line-height: 1.38;"><span id="docs-internal-guid-cc1e4da7-e4c1-2b38-2379-19771e6cc76f" style="color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: italic; vertical-align: baseline;">“La princesa Eloísa creció sana, bella, feliz… Pero cuando llegó la hora de aprender a leer, a sumar, a restar, a escribir… ¡ninguno de los sabios del reino podía con ella! Igual que un gato travieso, Eloísa trepaba por las cortinas del castillo y no había quien la bajase de allí! Tiraba del pelo a sus profesores, les sacaba la lengua y si querían enseñarles las letras se tapaba los oídos y se ponía a chillar.</span></span><span style="line-height: 1.38;"> </span></blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<span style="font-weight: normal;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: italic; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline;"><span id="docs-internal-guid-cc1e4da7-e4c1-e460-5eb9-fb2a985947c3" style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline;">Sus padres, los reyes, ya no sabían de dónde traerle los sabios y los profesores que le enseñaran… A todo le ponía pegas: </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: italic; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline;">“Leer es aburrido”, “Escribir me cansa”, “Las Matemáticas no me gustan”</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: italic; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline;">... </span></span></span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: italic; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: italic; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline;"><span id="docs-internal-guid-cc1e4da7-e4c2-3cbf-0eb4-2b1b5fc45f97" style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: italic; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline;">Un día, los reyes ya no pudieron más y se echaron a llorar:</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: italic; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline;"> </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline;">“A nuestra hija, la princesa, no le gusta aprender”, “</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline;">Todos los sabios y profesores del reino nos aseguran que es inteligente pero no quiere, no le gusta, aprender</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline;">”.</span></span></span></blockquote>
</div>
<b style="font-weight: normal;">
</b>
<br>
<div class="separator" style="clear: both; font-weight: normal; text-align: center;">
<b style="font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsiRtJ6GXkL3QdREbHWCfxCBpSykd3-nAyCQIpfDefI3bpo48OPRyDgZtOZnchhTOE1TDfLLb_F2TOlYHyEa_0cGTFE0VPvmECN5IAsVOM7eGkvqkod64-eEgyGhcrkcWpCD2Z9TtVSKQ/s1600/princesa+llorando.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="291" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsiRtJ6GXkL3QdREbHWCfxCBpSykd3-nAyCQIpfDefI3bpo48OPRyDgZtOZnchhTOE1TDfLLb_F2TOlYHyEa_0cGTFE0VPvmECN5IAsVOM7eGkvqkod64-eEgyGhcrkcWpCD2Z9TtVSKQ/s320/princesa+llorando.jpg" width="320"></a></b></div>
<b style="font-weight: normal;">
</b>
<br>
<div dir="ltr" style="font-weight: normal; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
</div>
<b style="font-weight: normal;">
</b>
<br>
<div dir="ltr" style="margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; line-height: 1.38;">Es el fragmento de un cuento infantil que leyendo con mi hija descubrí hace unos días y me hizo reflexionar como padre y educador sobre mi habitual manejo de los premios y de los castigos en los procesos de aprendizaje escolar:</span><b style="font-weight: normal;"></b><br>
<div dir="ltr" style="display: inline !important; font-weight: normal; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<div style="display: inline !important;">
<b style="font-weight: normal;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline;"><br></span></span></span></span></b>
<b style="font-weight: normal;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.66px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline;">¿Vale cualquier premio, cualquier incentivo, para motivar a los niños? Más aún, ¿acaso siempre hay que premiarlos? </span></span></span></span></b><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; line-height: 1.38;">Realmente, el relato de la princesa Eloisa, que tan disgustados tenía a sus padres y sus profesores, empezaba un poco antes de esta manera:</span><br>
</div></div></div><a href="https://oreducationoralmostnothing.blogspot.com/2016/02/motivar-los-ninos-solo-con-premios-pan.html#more">SEGUIR LEYENDO</a>EAChttp://www.blogger.com/profile/12141002931864215749noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3565322860418444874.post-18306352998013238022016-01-10T10:46:00.000+01:002018-01-03T10:25:29.873+01:00"Mamá, papá, quiero esto y eso y aquello, y además lo quiero ¡ya!" Las consecuencias de nunca tener que elegir.<div>
<div style="text-align: justify;">
<span id="docs-internal-guid-c1d5d99e-3b2e-bc7d-01f0-78a38502f6b7"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">¿Cuántas "cosas" caben en el "deseo" de un niño? ¿y de un adolescente? Por ejemplo, ¿de cuántos peluches se tendría que encaprichar un niño para no querer ninguno más? ¿y de cuántos juguetes, y de cuántos coleteros y trajecitos, y de cuántas clases distintas de chocolates y de galletas, y de cuántas </span><span style="font-family: "arial"; font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">apps</span><span style="font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> para la </span><span style="font-family: "arial"; font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">tablet</span><span style="font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> o para el </span><span style="font-family: "arial"; font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">smartphone</span><span style="font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, y de cuántos juegos para la la </span><span style="font-family: "arial"; font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">playstation, </span><span style="font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">y</span><span style="font-family: "arial"; font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> </span><span style="font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">de cuántos balones y equipaciones de fútbol, y de cuántas actividades extraescolares y fiestas de cumpleaños?...</span></span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="vertical-align: baseline;"><br /></span></span>
</span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDo7E7MnezszWrKtStcnXBOnOkrQYbvs4xI7W1nYE0O2_bRdXoNXJYTrKJGFK-KGSu2Q2fQ82zqTduzfV0KVbZ-5P-gW3Q8fa1mKTOhyKBFJvWFpEpx5ObeMtnQpXOJne5GqQofkDCEC8/s1600/ni%25C3%25B1o+rodeado+de+peluches.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" height="251" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDo7E7MnezszWrKtStcnXBOnOkrQYbvs4xI7W1nYE0O2_bRdXoNXJYTrKJGFK-KGSu2Q2fQ82zqTduzfV0KVbZ-5P-gW3Q8fa1mKTOhyKBFJvWFpEpx5ObeMtnQpXOJne5GqQofkDCEC8/s400/ni%25C3%25B1o+rodeado+de+peluches.jpg" width="400" /></span></a></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<a href="https://www.blogger.com/null" name="more"></a><br />
<div style="text-align: justify;">
<span id="docs-internal-guid-c1d5d99e-3b2f-0b06-698e-8730cc06d8cc"><span style="font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;">Para un niño, para un adolescente, ¿cuánto es "bastante"? ¿cuánto, "suficiente"? En definitiva, ¿cuánto "mide" el deseo de un niño? ¿"Lo que la tarjeta de crédito de sus padres?</span></span></span></div>
<span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: 14.66px; vertical-align: baseline;"></span></span><br />
<a href="https://www.blogger.com/null" name="more"></a><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;">Escribo y pienso en mi hija. En algo que seguramente le sucederá a la hora de la comida. No sé si hoy preferirá, como casi siempre, </span></span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">tomar el helado </span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">al acabar el almuerzo o si lo dejará para la noche.</span></div>
<b id="docs-internal-guid-c1d5d99e-3b2f-9b8b-8c40-22135200bc6f" style="font-weight: normal;"><span style="font-size: large;"><br /></span></b>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;">El sabor de chocolate, que es su favorito, se nos terminó ayer y hasta esta tarde no iremos a comprar más. Ella sabe que en casa la costumbre es tomar un helado al día -o bien tras el almuerzo o bien tras la cena- y que la porción </span></span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">de la noche </span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">suele ser más pequeña que la del mediodía.</span></div>
<b style="font-weight: normal;"><span style="font-size: large;"><br /></span></b>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;">Me costaría poco trabajo bajar ahora al supermercado a buscar helado de chocolate y evitarle el “disgusto” de tener que elegir en un asunto tan fácilmente remediable.</span></span><br />
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span>
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;">Pero no lo voy a hacer. Hoy mi hija tendrá que elegir. O tomar helado al mediodía, del sabor que queda en el frigorífico; o esperar hasta la cena para tomar su helado preferido una vez lo hayamos repuesto esta tarde.</span></span></div>
<b style="font-weight: normal;"><span style="font-size: large;"><br /></span></b>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;">¿Qué le podrá más? ¿La inmediatez de tomar el helado "ahora" y aprovecharse de que así podrá tomar más cantidad? ¿O su predilección por el helado de chocolate, aunque para ello tenga que aguardar hasta la cena y además aguantarse con una ración más pequeña?</span></span></div>
<span style="font-size: large;"><br /><span style="font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">En última instancia, la solución de tan suculento “dilema", lo que finalmente decida, dependerá de lo habituada que sus padres la tengamos a hacer "gimnasia" con su <b>corteza prefrontal</b>, con el "sistema frío" de su cerebro.</span></span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; white-space: pre-wrap;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhw8wZ7WZi6Dg-fbONhII2AMVnBjq5a1qYhyhqU8yXz4S2H1W8z0Wj_Z_5b-TdvIBPPfWE8xHedkylcF9tms0VbVP_Leidk68OLjq1RqwiB7i-1nyBuNY8AHKkI8FZuXvToGhs1aWcYIqE/s1600/Ni-a-rubia-comiendo-un-cono-de-helado-de-tres-sabor-dulce-y-Linda-Foto-de-archivo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhw8wZ7WZi6Dg-fbONhII2AMVnBjq5a1qYhyhqU8yXz4S2H1W8z0Wj_Z_5b-TdvIBPPfWE8xHedkylcF9tms0VbVP_Leidk68OLjq1RqwiB7i-1nyBuNY8AHKkI8FZuXvToGhs1aWcYIqE/s400/Ni-a-rubia-comiendo-un-cono-de-helado-de-tres-sabor-dulce-y-Linda-Foto-de-archivo.jpg" width="400" /></a></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;">Si se compara el cerebro de un niño y de un adolescente con el de un adulto, una de las diferencias más apreciables entre ellos es el desarrollo de <b>la conectividad</b> de los lóbulos prefrontales, bastante <b>más profusa en el cerebro de los adultos</b>.</span></span></div>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Esto explica el comportamiento reiteradamente impulsivo e impremeditado de los niños y de los adolescentes</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">. Y</span></span><span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> también que, cuando sus deseos son contravenidos por los adultos con un </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>"ya veremos"</b></span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> </span></span><span style="color: black; font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">o un tajante </span><span style="color: black; font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>"no",</b></span><span style="color: black; font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> sea relativamente frecuente que</span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">, según sea el umbral de frustración, reaccionen con desproporción:</span></div>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;">Por ejemplo, enfureciéndose contra quienes hacen que sus caprichos "descarrilen", practicando algún género de chantaje afectivo, en concreto el que saben más efectivo con ese adulto en particular, porque no es lo mismo -ellos lo saben bien- lo que tienen que hacer para obtener el "sí" de sus padres que de sus madres o que de sus profesores o que de sus abuelos… </span></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;"><br /></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">De ahí que sea tan importante que el "no" del adulto esté bien argumentado. Un </span><b style="font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">"no porque no"</b><span style="font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;"> -a medio y largo plazo- sirve de poco. </span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;"><br /></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">Sin embargo, explicando los motivos de su decisión, el adulto contribuye -</span><b style="font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">de una parte</b><span style="font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">- a "enfriar" el muy excitable "sistema caliente" del cerebro del niño y del adolescente, y -</span><b style="font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">de otra</b><span style="font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">- a "entrenar" su "sistema frío" para que llegue a ser tan influyente como su gemelo “sistema caliente" en futuros discernimientos y tomas de decisiones.</span></div>
<span style="font-size: large;"><br /><span style="font-family: "arial"; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Al adulto la vida le suele haber enseñado a demorar la satisfacción de un deseo si "luego" es mejor que "ahora". Y</span></span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;"> también a protegerse de una "tentación" que en su intransigente inmediatez le puede arruinar un proyecto cuya ejecución requiere la constancia de la voluntad. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Viene a cuento l</span></span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">a historia del Gallo Quirico, que cargado de intención recuerdo a mi hija, aunque no sé si con el éxito pretendido...</span></div>
<div style="text-align: center;">
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaRT2NZf888nO4CSQM-Udjc1HdFuHQG13LRCSjChNsTaetnAoVl7hzqqrCX958wMWrbf-LmnnRbteVqeMr7v58l_cZYqj-iHp3hdjk6mHnjb3qkZei7aBRlI3FSNYiVcKz0ovCmtiL2GU/s1600/el-gallo-kirico-narrado-4-728.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaRT2NZf888nO4CSQM-Udjc1HdFuHQG13LRCSjChNsTaetnAoVl7hzqqrCX958wMWrbf-LmnnRbteVqeMr7v58l_cZYqj-iHp3hdjk6mHnjb3qkZei7aBRlI3FSNYiVcKz0ovCmtiL2GU/s400/el-gallo-kirico-narrado-4-728.jpg" width="400" /></a><br />
<span style="font-family: "arial"; font-size: large; text-align: justify; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">"</span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; font-style: italic; text-align: justify; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El gallo Quirico se echó a andar a las bodas de su tío Perico con tan mala suerte que se topó con una boñiga de buey en mitad del camino.</span><br />
<span style="font-size: large; text-align: justify;"><span style="font-family: "arial"; font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">"Resulta que las boñigas de buey están cargaditas de granos de trigo y que los gallos no se pueden resistir a picotearlos.</span></span><br />
<span style="font-size: large; text-align: justify;"><span style="font-family: "arial"; font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Por otra parte, el gallo Quirico no quería llegar hecho un asco a las bodas de su tío Perico, así que se quedó allí plantado sin saber qué hacer.</span></span><span style="text-align: justify;"> </span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: large; font-style: italic; text-align: justify; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">"Cuanto más lo pensaba, más hambre le entraba. </span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; font-style: italic; font-weight: 700; text-align: justify; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Al final su pico decidió por él y casi sin darse cuenta dio un picotazo. ¡Glups! ¿Y ahora qué? ¿Cómo se iba a presentar en las bodas del tío Perico todo manchurreado</span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; font-style: italic; text-align: justify; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">?</span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; text-align: justify; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">"</span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span id="docs-internal-guid-c1d5d99e-3b34-7077-e7e4-6a6486582c3a"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">¿Qué le ocurrió al </span><span style="font-family: "arial"; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">gallo Quirico</span><span style="font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">? Que fue incapaz de diferir o de cancelar la satisfacción inmediata de un deseo (picotear la boñiga de un buey) en vista a la consecución de un plan o un programa mayor (acudir a la boda de su tío Perico).</span></span></span></div>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span id="docs-internal-guid-c1d5d99e-3b32-e2f0-3c8d-124bf4ecda5a"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">A la larga era contraproducente que Quirico picotease</span></span></span><span style="font-family: "arial"; font-size: medium;"><span style="white-space: pre-wrap;"></span></span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;"> aquellos granos de trigo. Manchurreado de sus restos, no podría asistir a la boda de su tío, a la que ya iba de camino.</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span id="docs-internal-guid-c1d5d99e-3b32-e2f0-3c8d-124bf4ecda5a"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">En lugar de caer en tan "suculenta tentación", <b>¿qué podría haber hecho el gallo Quirico?</b> Sin duda, haber dado más "uso" a su corteza prefrontal ("sistema frío") para no dejarse llevar ciegamente por su sistema límbico ("sistema caliente"). </span></span></span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">Pero no estaba entrenado.</span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;"> Nadie lo había educado para ello.</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span>
<span id="docs-internal-guid-c1d5d99e-3b32-e2f0-3c8d-124bf4ecda5a"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Echándole imaginación, quizás se le podría haber pedido a Quirico que se comportara como </span><span style="font-family: "arial"; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Ulises</span><span style="font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> </span><span style="font-family: "arial"; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">en el memorable trance de las Sirenas</span><span style="font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, para regresar a Ítaca y reencontrarse con su esposa Penélope y su hijo Telémaco, que lo aguardaban hacía veinte años. Así cuenta Homero el episodio</span><span style="font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">:</span></span></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">"</span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Llegarás primero a las sirenas que encantan a cuantos hombres van a su encuentro. Aquel que imprudentemente se acerca a ellas y oye su voz ya no vuelve a ver a su esposa ni a sus hijos pequeñuelos.</span></div>
</div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: large; font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">"Por eso, tapa las orejas de tus compañeros con cera blanda para que ninguno las oiga. </span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; font-style: italic; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Pero si tú desearas oírlas, haz que te aten en la embarcación de pies y manos a la parte inferior del mástil.</span></div>
</div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: large; font-style: italic; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">"Y así podrás deleitarte escuchando sus cantos. Y en caso de que supliques o mandes a los compañeros que te suelten, dales órdenes de que te aten con más lazos todavía</span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">".</span></div>
</div>
<span id="docs-internal-guid-c1d5d99e-3b32-e2f0-3c8d-124bf4ecda5a"><span style="font-size: large;">
</span></span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "arial"; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span>
<div style="text-align: justify;">
<span id="docs-internal-guid-c1d5d99e-3b32-e2f0-3c8d-124bf4ecda5a"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "arial"; white-space: pre-wrap;">Cruzando las dos historias, la del gallo Quirico y la de Ulises, el canto de las Sirenas es a la boñiga de buey lo que el regreso a Ítaca es a la boda del tío Perico.</span></span></span></div>
</div>
<span id="docs-internal-guid-c1d5d99e-3b32-e2f0-3c8d-124bf4ecda5a"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "arial"; white-space: pre-wrap;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial"; white-space: pre-wrap;">Por un lado, Ulises tenía un objetivo, un proyecto, capaz de aglutinar toda su voluntad: reencontrarse con su familia. Por</span></span></span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;"> el otro, se había dejado advertir por Circe del peligro que le iba a acechar y en consecuencia tomó las debidas precauciones:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span id="docs-internal-guid-c1d5d99e-3b32-e2f0-3c8d-124bf4ecda5a"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "arial"; white-space: pre-wrap;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial"; white-space: pre-wrap;">Sus marinos se taponarían los oídos para no escuchar sus seductores cantos y a él lo amarrarían al palo de la embarcación para que no pudiese escapar hacia las rocas donde yacían las Sirenas.</span></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi82sXAbYw3KNcNqZhpQmOgThyT9Kf2joDkyQi44xWQahYEmputfBKQycUrGB8D1OzlskDt8fA6ma_WPv0Q9TXcclfL7dqfHHUlFmS3AfAuK_EKYiagBFzJ8YMjb8uXG0__-Zx2U-AJOFc/s1600/978-84-675-4745-0i2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="339" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi82sXAbYw3KNcNqZhpQmOgThyT9Kf2joDkyQi44xWQahYEmputfBKQycUrGB8D1OzlskDt8fA6ma_WPv0Q9TXcclfL7dqfHHUlFmS3AfAuK_EKYiagBFzJ8YMjb8uXG0__-Zx2U-AJOFc/s640/978-84-675-4745-0i2.jpg" width="640" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;">Probablemente, Ulises temiera que, seducido por aquellos canturreos, perdiera el control de su voluntad y por eso decidiera "protegerse" del deseo de las Sirenas. </span></span><br />
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span>
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;">Pero <b>comportarse como Ulises</b>, en un trance como aquél, en el que la eventualidad de unos impetuosos deseos puede dar al traste con un importante proyecto, <b>no siempre resulta fácil</b>.</span></span></div>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>¿Quién es capaz de hacerlo?</b></span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> Para el padre y el educador, tan preocupados por el porvenir de sus hijos y de sus alumnos, ésta es una muy buena pregunta.</span></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span>
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Con frecuencia ocurre que la "tentación" del instante presente es más fuerte que el interés por el futuro proyectado, lo cual es una llamativa contradicción, porque, como escribió </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Pascal</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, el hombre, en primera instancia, nunca piensa en el presente, a no ser para iluminar su futuro.</span></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Lo mismo creían </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Ortega</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> y </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Dilthey</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">. El hombreno "rebota" del presente hacia el futuro, sino al contrario, primero "futuriza" y sólo después se enfrasca en el presente, el cual recibe del porvenir su sentido. Un presente que hace bucle sobre sí, es absurdo.</span></span></div>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Así, por ejemplo, un alumno puede pensar: "Aprovecho al máximo el tiempo en el colegio para luego en casa poder jugar con la </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: italic; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">playstation</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">". </span></span><span style="font-family: arial; font-size: large; white-space: pre-wrap;">Y unos padres: "En la jornada laboral, a la hora del almuerzo, no descansamos para salir antes del trabajo y luego en casa poder dedicar más tiempo a nuestros hijos"... </span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span>
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>Es la asunción de un sacrificio inmediato en previsión de una previsible gratificación</b></span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">. </span></span><span style="font-family: arial; font-size: large; white-space: pre-wrap;">Y, sin embargo, a menudo sucede que la atención al inmediato presente se impone al futuro y falsamente parece cobrar sentido en y por sí mismo.</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>Freud</b></span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> explicó que el hombre no siempre encuentra convicciones suficientes para sobreponerse a sus ansias más cortoplacistas. Él, que en tanto fue un adelantado a su tiempo, no anduvo falto de intuición, pero sí escaso de algunas evidencias neurológicas, aunque éste fuera su oficio, de las que nosotros hoy empezamos a disfrutar.</span></span></div>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;">¿Acaso estas evidencias pueden ayudarnos a educar mejor a nuestros niños? ¿A enseñarles mejor a elegir acertadamente? ¿A sobrellevar mejor la frustración cuando se impone la renuncia a la satisfacción inmediata de algún deseo en pro del logro de un objetivo mayor?</span></span><br />
<br /></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">En el cerebro, que es un equipo integrado por una multitud de “sistemas” y de "poblaciones nerviosas" rivales que compiten entre sí por el desempeño de las mismas grandes tareas.</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Dicho muy toscamente, en el cerebro hay un "</span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">sistema caliente</span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">" y otro "</span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">sistema frío</span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">", respectivamente compuestos -uno- por la amígdala y el sistema límbico y -otro- por la corteza prefrontal.</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El primero es evolutivamente mucho más antiguo y por tanto mucho más automatizado que el segundo, para cuyo buen funcionamiento necesita de mucha "gimnasia", es decir, de </span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">mucha educación</span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">.</span></div>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Según sea el grado de implicación de cada uno de estos dos sistemas en la toma de decisiones, </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">el gallo Quirico</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> picoteará o no la boñiga de buey y se sentirá más o menos firme en asistir a la boda de su tío Perico; </span></span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">y Ulises</span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> tomará o no las pertinentes medidas contra el mortal encanto de las Sirenas, y se mostrará más o menos comprometido en volver a Ítaca con su familia; </span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">y mi hija</span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> comerá o no helado tras el almuerzo, y se manifestará más o menos dispuesta a anteponer el sabor a la cantidad.</span></div>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;">Educativamente, es formidable el descubrimiento de la neuroplasticidad y fabulosa la consecuencia que de ella se deriva. </span></span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">El cerebro humano </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">no es una "roca" esculpida de una determinada manera de una vez para siempre</span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">, sino un órgano vivo y susceptible de una ininterrumpida (aunque no exenta de límites) modificación de sí mismo, fundamentalmente como reacción a cuantos estímulos le llegan del exterior, para cuya mejor adaptación del hombre a él, dicho sea de paso, tan afanosamente trabaja.</span></div>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;">Gracias a este característico "dinamismo" del cerebro ni el gallo Quirico ni el héroe Ulises ni mi hija, lo tienen todo perdido. Tampoco ese alumno que no quiere hacer deberes en casa. Ni esos padres que quieren pasar más tiempo con sus hijos.</span></span></div>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Son célebres los experimentos que </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Mischel</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> llevó a cabo con un grupo de preescolares, hijos de profesores de la Universidad de Berkeley.</span></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span>
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Cada niño se quedaba solo en una habitación sin distracciones con una golosina por delante. El científico le decía que podía comerse la golosina ahora o esperar a que él regresara y entonces tendría dos.</span></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;">En cualquier momento de la espera el niño podía hacer sonar una campanilla que traería de vuelta al adulto. A través de un espejo los investigadores observaban su comportamiento y medían el tiempo que tardaba en caer en la tentación y hacer sonar la campanilla.</span></span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiluXWhciio7-GnGKDltOs-1n_L9BAqIzVsotQpz45bQcGyPoodhcXPKXnYRETrXGemiqUzmLeY0xpz8eZmBzgRRT6Vx7zBIn8YnpqM9VHt_lUoNVDEQ0YYxouI-sg6XEHrH-JNfbFJr6o/s1600/Test+de+Mischel.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiluXWhciio7-GnGKDltOs-1n_L9BAqIzVsotQpz45bQcGyPoodhcXPKXnYRETrXGemiqUzmLeY0xpz8eZmBzgRRT6Vx7zBIn8YnpqM9VHt_lUoNVDEQ0YYxouI-sg6XEHrH-JNfbFJr6o/s400/Test+de+Mischel.jpg" width="394" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Los niños que más se resistieron a la tentación de la golosina -es decir, los que entonces, con apenas seis años, mostraron que su "sistema frío" era capaz de embridar a su "sistema caliente"- fueron los que andado el tiempo -téngase en cuenta que Mischel tuvo la oportunidad de hacer el seguimiento de cada uno de estos niños en su juventud y su adultez- mostraron tener una función ejecutiva más fuerte,.</span></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span>
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Esto es, son los niños que </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">se mostraron más capaces de fijar un objetivo claro y convincente, de recuperarse mejor de la frustración, de alcanzar un umbral de atención más elevado, de inhibir las reacciones que más los distraían y alejaban de la consecución del objetivo...</span></span></div>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Posteriormente, los ensayos de </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">LaConte</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> y </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Chiu</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> nos han dejado constancia experimental de que </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">esta predisposición natural a controlar la inmediatez del deseo</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> (dominancia del "sistema frío" sobre el "sistema caliente") que Mischel encontró "aleatoriamente" más desarrollada en unos niños que en otros, </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">se puede educar en todos</span></span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;"> y de que así a todos se les puede favorecer el que se comporten menos como el gallo Quirico ("sistema caliente") y más como el héroe Ulises ("sistema frío").</span></div>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: center;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;">***</span></span></div>
<span style="color: black; font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span>
<span style="color: black; font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Igual que el cerebro, por ejemplo, no tiene un "monolítico" sistema que se llame memoria o visión sino dos amalgamas distintas de subsistemas que funcionan solapándose entre sí; tampoco tiene un "unitario" sistema que se llame decisión sino también una compleja serie de subsistemas (el "frío" y el "caliente") que funcionan rivalizando entre sí, como si su mecánica respondiera al viejo eslogan de que </span><span style="color: black; font-family: "arial"; font-size: large; font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">los adversarios se conviertan en aliados en aras de un bien mayor</span><span style="color: black; font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">.</span><br />
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El gran </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Aristóteles</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> -que nada sabía de neurología aunque tuviera más de naturalista de la época que de filósofo al uso- estuvo muy atinado al pensar que la elección ha de ser o "inteligencia deseosa" o "deseo inteligente".</span></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El principio de la acción es la elección y el de la elección es el deseo y la razón. Los dos. No uno sin el otro. Sino los dos a la par. Deseo y razón.</span></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "arial"; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "arial"; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Sin reflexión</span><span style="font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, explica Aristóteles, </span><span style="font-family: "arial"; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">no hay bien obrar. Pero tampoco al contrario. Sin deseo el bien obrar no existe</span><span style="font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">. De por sí, la reflexión, aclara Aristóteles, nada mueve. </span><span style="font-family: "arial"; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El intelecto tiene que estar armado por la fuerza del deseo</span><span style="font-family: "arial"; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">.</span></span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEig8xKgd7MheR4FpzpcyQDKQXEbK3x3wVBErhgYi3hhh1oy6l7v71EPVh6MMAItZwf-3Aa40GO_9cy39OVEzuOLIdkyhCy1uzQi9nT9rAYg-LfB5kHSJ3ag6qP94t3UaaEIVp9gQx_47f0/s1600/Auriga+Platon.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="295" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEig8xKgd7MheR4FpzpcyQDKQXEbK3x3wVBErhgYi3hhh1oy6l7v71EPVh6MMAItZwf-3Aa40GO_9cy39OVEzuOLIdkyhCy1uzQi9nT9rAYg-LfB5kHSJ3ag6qP94t3UaaEIVp9gQx_47f0/s400/Auriga+Platon.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Quizás haya sido </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Damasio</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> uno de los investigadores que, desde la neurología, mejor ha explicado a los educadores </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">la necesidad de que tanto el "sistema frío" como el "sistema caliente" del cerebro se involucren en la toma de decisiones</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, para que éstas sean lo más "útiles" posible:</span></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span>
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Esto es, para que logren la mejor adaptación del hombre a su medio. Dicho, si se quiere, de modo más tradicional, para que el hombre alcance su felicidad. </span></span><span style="color: black; font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Damasio lo expresó muy plásticamente en el título de una de sus obras más conocidas: </span><span style="color: black; font-family: "arial"; font-size: large; font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El error de Descartes</span><span style="color: black; font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">.</span><br />
<span style="color: black; font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span>
<span style="color: black; font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Para decidir, solo Descartes, es decir, la apelación a la sola razón (al "sistema frío"), como si ésta fuera limpiamente desligable de los deseos, es un craso error. Pero, de igual modo, la exclusiva apelación al solo deseo (al "sistema "caliente") es un equivocación, y no de menor importancia que lo contrario. </span><span style="color: black; font-family: "arial"; font-size: large; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">A la hora de educar a un niño y a un adolescente:</span></div>
<br />
<ul style="margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<li dir="ltr" style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; list-style-type: disc; text-decoration: none; vertical-align: baseline;"><div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Tan dañino es</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> enseñarles a decidir siempre difiriendo la satisfacción de sus deseos, confiando su recompensa a un futuro que nunca acaba de llegar porque siempre es retranqueable en el tiempo y por tanto induciéndolos así a una suerte de </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">patológica </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: italic; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">anorexia</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> o </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: italic; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">anhedonía</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">.</span></span></div>
</li>
</ul>
<br />
<ul style="margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<li dir="ltr" style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; list-style-type: disc; text-decoration: none; vertical-align: baseline;"><div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Como dañino</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> es enseñarles a decidir siempre sin diferir jamás la inmediatez de una satisfacción, y por ello induciéndolos así a una suerte de </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: italic; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">acolasía</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> o </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: italic; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">hipertrofia hedonista</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> en la que la voluntad (desarmada de sí misma) queda atrapada en el deseo del instante presente.</span></span></div>
</li>
</ul>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El primer extremo -</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">patológica </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: italic; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">anorexia</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> o </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: italic; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">anhedonía</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">- sería el de los niños que, emulando el experimento de Mischel, ¡nunca! caerían en la "tentación" de tomar la golosina: nunca tocarían la campanilla.</span></span></div>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Y el segundo extremo -</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: italic; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">acolasía</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> o </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: italic; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">hipertrofia hedonista</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">-, el de los niños que, en la misma emulación, de inmediato caerían en la "tentación", sin ninguna capacidad de autocontención.</span></span></div>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Para los primeros solo existiría la promesa de un futuro previsiblemente mejor, y esto a costa de una desmedida infravaloración del fehaciente presente.</span></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">En cambio, para los otros, solo el fehaciente presente, en un desmedido detrimento de un futuro previsiblemente mejor. Por eso, hay niños y adolescentes a los que, sobre todo, </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">hay que enseñarles</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">:</span></span></div>
<br />
<ul style="margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<li dir="ltr" style="background-color: transparent; color: black; font-family: arial; font-style: normal; list-style-type: disc; text-decoration: none; vertical-align: baseline;"><div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">A unos, </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">la "gramática" de sus emociones y sus deseos, </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">para que el "sistema caliente" de su cerebro, a la hora de elegir, tenga el protagonismo que el "sistema frío" le resta y que, sin embargo, es necesario para minimizar el riesgo a equivocarse que éste tiene cuando va por libre</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">.</span></span></div>
</li>
</ul>
<br />
<ul style="margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<li dir="ltr" style="background-color: transparent; color: black; font-family: arial; font-style: normal; list-style-type: disc; text-decoration: none; vertical-align: baseline;"><div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-weight: 400; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Y a otros, </span><span style="font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">la “matemática” de su "sistema frío", </span><span style="vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">para que los cálculos que éste incesantemente le ofrece en medio del ruido y del alboroto de sus emociones y deseos, sean suficientemente tenidos en cuenta</span><span style="vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">,</span><span style="vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> y así también minimizar el riesgo a equivocarse que el "sistema caliente" tiene cuando galopa desbocado de toda razón</span><span style="vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">.</span></span></div>
</li>
</ul>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: 14.66px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfeEmeMMsAvUX9_5m390ltf7RtJs_1sSuY_34CtmGNgUdu5O8jYZpfQuE1YeCJCRKyG4e4dbFvAnpueAEO5x3i9veSh7OjauvgqdfL3ZR0IdJJzrptJX8FjCR_-zUTxF_41yp0LsuQKzE/s1600/Cerebro+frio+y+caliente.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfeEmeMMsAvUX9_5m390ltf7RtJs_1sSuY_34CtmGNgUdu5O8jYZpfQuE1YeCJCRKyG4e4dbFvAnpueAEO5x3i9veSh7OjauvgqdfL3ZR0IdJJzrptJX8FjCR_-zUTxF_41yp0LsuQKzE/s1600/Cerebro+frio+y+caliente.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;">Educativamente, hay niños a los que, dicho con palabras de Damasio, hay que enseñarles a "oír" y a "entender" los "marcadores somáticos" que el "mundo" de sus emociones y de sus deseos les dejan en la "carne" de sus vidas; y otros a los que, en cambio, hay que enseñarles a "oír" y a "entender" el sesudo balance de "costos y beneficios" que la parte más racional de sus vidas les emite sin descanso.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: center;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;">***</span></span></div>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-style: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;">"Mamá, papá... Quiero esto y eso y aquello, y además lo quiero ¡ya!"... </span></span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; white-space: pre-wrap;">Son graves las consecuencias de crecer en la arbitraria sobreabundancia de cosas "fácilmente" comprables. De entrada, solo dos:</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: large; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: large; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Los niños y los adolescentes difícilmente aprenden a elegir y a diferir la inmediata satisfacción de un deseo en pro de un proyecto mayor y más importante que requiere de la constancia de la voluntad y de la capacidad de sacrificio</span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">.</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">En cambio, </span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">fácilmente aprenden a endosar a otros la responsabilidad</span><span style="font-family: "arial"; font-size: large; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> de protegerse de las consecuencias de su impulsividad.</span></div>
</div>
EAChttp://www.blogger.com/profile/12141002931864215749noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3565322860418444874.post-79663326386157041952015-12-08T19:19:00.000+01:002015-12-20T11:18:21.060+01:00Los amigos de nuestros hijos. La vida vida social de unos niños que "mañana" llegarán a adolescentes<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; white-space: pre-wrap;">Siempre los mismos niños. Siempre los mismos compañeros. Y siempre -cada uno de ellos- desempeñando el mismo rol. El “líder”, siendo líder. Y el “tímido”, siendo tímido. El “listo”, siendo listo. Y el “torpón”, siendo torpón. Y el “precoz”, siendo precoz. Y el “mosqueón”, siendo mosqueón. Y el “payaso”, siendo payaso. Y el “infantil”, siendo infantil. Y el “maduro”, siendo maduro. Y el “mandón”, siendo mandón. Y el "despistado", siendo despistado...</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br></div>
<br>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0yfaeeS0cZilzn5ZDPDR3XAdhAg-YnXVUBQAoo22D7CEYkntCrHBO_bSkC4MJBsc-ZQ3qdXLOWfgEmQSM_SqEk3qeyC3zh9FVBHFfeMHui6tb3bT-IRmHeC-VHIFccCSUalxoVng0Yns/s1600/Sociograma.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0yfaeeS0cZilzn5ZDPDR3XAdhAg-YnXVUBQAoo22D7CEYkntCrHBO_bSkC4MJBsc-ZQ3qdXLOWfgEmQSM_SqEk3qeyC3zh9FVBHFfeMHui6tb3bT-IRmHeC-VHIFccCSUalxoVng0Yns/s320/Sociograma.jpg" width="320"></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; white-space: pre-wrap;"><br></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; white-space: pre-wrap;">Desde pequeños, a veces desde los tres años, otras desde los seis, juntos en la misma aula. Y también en las mismas actividades extraescolares. Y también en los mismos cumpleaños. Y también durante el fin de semana en casa de los mismos compañeros con los que escolarmente se convivió de lunes a viernes... </span><span style="font-family: "arial"; white-space: pre-wrap;">En ocasiones, un niño escolarmente “atascado”, incluso madurativamente “desorientado”, sólo necesita que...</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial"; white-space: pre-wrap;"></span><br></div>
<a href="https://oreducationoralmostnothing.blogspot.com/2015/12/los-amigos-de-nuestros-hijos-la-vida.html#more">SEGUIR LEYENDO</a>EAChttp://www.blogger.com/profile/12141002931864215749noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3565322860418444874.post-36810456627936886472015-11-17T12:36:00.001+01:002016-11-17T12:27:30.286+01:00¿La mejor manera de ayudar escolarmente a nuestros hijos? <div style="text-align: justify;">
<span id="docs-internal-guid-54be46fa-1522-b1e3-96b3-aa34e183cde9"><span style="font-size: large;"><span style="vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">En el fondo, a los padres casi siempre nos azoran las mismas dudas. Algunas de las que más frecuentemente oigo en las tutorías, sobre todo cuando hablo con los padres de los resultados académicos de sus hijos, son éstas:</span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">¿Estaremos siendo demasiado exigentes con nuestro hijo? O al contrario, ¿nos estará faltando mano dura con él?</span><span style="vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> </span><span style="font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">¿Nos tenemos que implicar más en casa para que haga sus tareas escolares? ¿O mejor lo dejamos solo? Si se "estrella", así aprenderá lo que es la vida… ¿Le hacemos bien a nuestro hijo estando tan pendientes de sus obligaciones? ¿Es bueno que habitualmente nos informemos de su vida escolar preguntando a otros padres? ¿Basta con lo que trabaja en clase? ¿o le pedimos que por las tardes haga algo más?...</span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6grNU8SuTygksQwz4ABIUPh6AwrMXVp38EJ-Yg34rJ_yXwLb6C6C6295sMpsJAdyav-stCGC9k9Km4jLbVhWNIkGySIb0zl8QEfXdSyQXpF6GPndzHmwqsD7BaWUV61v8GOdmJblewr8/s1600/familia_escuela.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6grNU8SuTygksQwz4ABIUPh6AwrMXVp38EJ-Yg34rJ_yXwLb6C6C6295sMpsJAdyav-stCGC9k9Km4jLbVhWNIkGySIb0zl8QEfXdSyQXpF6GPndzHmwqsD7BaWUV61v8GOdmJblewr8/s1600/familia_escuela.jpg"></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"></span></span><br></div>
<a href="https://oreducationoralmostnothing.blogspot.com/2015/11/lo-estamos-haciendo-bien-con-nuestros.html#more">SEGUIR LEYENDO</a>EAChttp://www.blogger.com/profile/12141002931864215749noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3565322860418444874.post-77546040368046715222015-10-30T14:34:00.000+01:002016-10-25T14:21:20.301+02:00A propósito de sus calificaciones, ¿cómo educar a mis hijos en la responsabilidad?<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "times" , serif; font-size: large; line-height: 115%;">No conozco padre al que de verdad no le importen las
notas escolares de sus hijos y que no se alegre de que éstas sean buenas o muy
buenas. A los padres nos gustaría que nuestros hijos fueran siempre los más
guapos, los más listos, los más buenos… Los malos resultados académicos nos
generan desazón y preocupación, así como los buenos nos llenan de satisfacción
y de tranquilidad. Por eso, los padres solemos estar dispuestos a ayudar a
nuestros hijos a que obtengan las mejores notas. La clave está en acertar en
las maneras…</span></i></div>
<i><span style="font-family: "times" , "serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 115%;"><br></span></i>
<br>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxkozAV0I-JiRd4UE3WCTNPksGxWty2KCbesakjdDfR9lwd6gf1UwVba9F1OGrmjBtwc1ZAoo4JND2OyHkmL4Vd-tTuWLbB0DPVZ-aLaWqZK5IjJF3EcLLDq4MHiqtGXlVol9whu2v17k/s1600/Suspensos+escolares.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="241" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxkozAV0I-JiRd4UE3WCTNPksGxWty2KCbesakjdDfR9lwd6gf1UwVba9F1OGrmjBtwc1ZAoo4JND2OyHkmL4Vd-tTuWLbB0DPVZ-aLaWqZK5IjJF3EcLLDq4MHiqtGXlVol9whu2v17k/s320/Suspensos+escolares.jpg" width="320"></a></div>
<i><span style="font-family: "times" , "serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 115%;"></span></i><br>
<a href="https://oreducationoralmostnothing.blogspot.com/2015/10/las-calificaciones-escolares-parcelas.html#more">SEGUIR LEYENDO</a>EAChttp://www.blogger.com/profile/12141002931864215749noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3565322860418444874.post-22522779417285776272015-10-19T10:11:00.000+02:002015-10-20T20:04:07.478+02:00Los Whatsapps de padres y las modernas "astrologías escolares".<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times","serif"; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: AR-SA;"><span style="font-size: large;"><i>Ayer el </i>whatsapp<i> de padres echaba humo... Algo
había pasado en el recreo... Al parecer, unos niños de la clase quisieron irse
a jugar al fútbol con compañeros de otra clase... Y los demás se enfadaron porque preferían
jugar con los de siempre y como siempre... “Mira que dejar “tirados” a los amiguitos...”
“Espero que nadie se moleste... Pero...</i></span></span><br>
<span style="font-family: "Times","serif"; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: AR-SA;"><span style="font-size: large;"><i><br></i></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitL15mlc1FuOyH5ay_ApL9lMPMyEYCTX85ZZwE3GZ9Qr88XQ33YjXUmpo5KJBK-2P0S7z-LRVvxyOnIv3qeMqkz8uKcc6d5mBKOlFq5jsrBUm_Cmj1zNHqM2T7jc9fOsv70wl7hF2xdLU/s1600/Whatsapp.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="248" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitL15mlc1FuOyH5ay_ApL9lMPMyEYCTX85ZZwE3GZ9Qr88XQ33YjXUmpo5KJBK-2P0S7z-LRVvxyOnIv3qeMqkz8uKcc6d5mBKOlFq5jsrBUm_Cmj1zNHqM2T7jc9fOsv70wl7hF2xdLU/s320/Whatsapp.jpg" width="320"></a></div>
<a href="https://oreducationoralmostnothing.blogspot.com/2015/10/los-whatsapps-de-padres-y-las-modernas.html#more">SEGUIR LEYENDO</a>EAChttp://www.blogger.com/profile/12141002931864215749noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-3565322860418444874.post-33117455701659169062015-09-27T17:47:00.000+02:002018-02-25T09:55:41.587+01:00¿"Ceguera" de los padres con los hijos? Yo soy yo y mis hijos<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 115%;"><em>En
una tutoría, hace años, le dije a una madre que su hija sacaba buenas
calificaciones sin apenas esforzarse. Al principio, la madre se puso muy
contenta. Una vez más un tutor reconocía la inteligencia de su hija. Luego,
cuando le pedí que me indicara situaciones de la vida doméstica y extraescolar
en las que su hija mostraba afán de superación y capacidad de esfuerzo, me
respondió que la niña era tan "dejada" y tan "distraída" como su padre...</em></span><br>
<span style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 115%;"><em><br></em></span>
<br>
<div style="text-align: center;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlvRO9GvHVZJqhDZ9BYolEMG7zhj9q_Nb7O7ch2B1tNq-XW9vv0ZQsSJW339yefE8iQFcO2hiKQL4dM2-fQ7Sky3HWiNHkNSp7qVHouOcaVHrVOKbB9fOB8yZo2siXR7qvJhtaA4tlOgQ/s1600/ojos-tapados-tres.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlvRO9GvHVZJqhDZ9BYolEMG7zhj9q_Nb7O7ch2B1tNq-XW9vv0ZQsSJW339yefE8iQFcO2hiKQL4dM2-fQ7Sky3HWiNHkNSp7qVHouOcaVHrVOKbB9fOB8yZo2siXR7qvJhtaA4tlOgQ/s320/ojos-tapados-tres.jpg" width="320"></a></div>
<br></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<a href="https://oreducationoralmostnothing.blogspot.com/2015/09/la-ceguera-de-los-padres-con-los-hijos.html#more">SEGUIR LEYENDO</a>EAChttp://www.blogger.com/profile/12141002931864215749noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3565322860418444874.post-72517795735206053462015-08-31T07:57:00.003+02:002017-08-29T16:45:22.198+02:00El principio de curso: Qué hacer para que el vaso no se rompa.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjf2kOZ73vfTJVxhLR2qh8wzZTQD9JXER0JuIh2BCTjufmYixtbNP9vM1GL8gB33rnvJYIvogbv_RZizsm_ensAcydBT7hxkNFMfbTGoQWFatQwt_jCVWebp4FhlS20Q2LDdgYNfgYu9W0/s1600/principio+de+curso+7.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="235" data-original-width="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjf2kOZ73vfTJVxhLR2qh8wzZTQD9JXER0JuIh2BCTjufmYixtbNP9vM1GL8gB33rnvJYIvogbv_RZizsm_ensAcydBT7hxkNFMfbTGoQWFatQwt_jCVWebp4FhlS20Q2LDdgYNfgYu9W0/s1600/principio+de+curso+7.jpg"></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<br></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Si vertemos agua muy fría en un vaso de cristal, probablemente éste se quebrará. En educación, los cambios bruscos no siempre son aconsejables, a no ser que hayan sido previstos y prevenidos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZfpgagz-6WrlObvJR4FC41VoUylGTU3QVSBfSyOJMf3D_O-Of1EUQFycTMpc5bgEXmxB6U9rUfbVNWmpTPK1o_WT_U31fnw3zgaxsMCa41s-0oBX7oWNamfEVc63nFrf_0T2aC9MIR5k/s1600/principio+de+curso+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="194" data-original-width="259" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZfpgagz-6WrlObvJR4FC41VoUylGTU3QVSBfSyOJMf3D_O-Of1EUQFycTMpc5bgEXmxB6U9rUfbVNWmpTPK1o_WT_U31fnw3zgaxsMCa41s-0oBX7oWNamfEVc63nFrf_0T2aC9MIR5k/s1600/principio+de+curso+1.jpg"></a></div>
<div style="text-align: center;">
<br></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">El <b>principio de curso</b> puede vivirse como un brusco cambio de “temperatura”:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"></span></div>
<a href="https://oreducationoralmostnothing.blogspot.com/2015/08/el-principio-de-curso-que-hacer-para.html#more">SEGUIR LEYENDO</a>EAChttp://www.blogger.com/profile/12141002931864215749noreply@blogger.com0