Mostrando entradas con la etiqueta síndrome niño emperador. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta síndrome niño emperador. Mostrar todas las entradas

viernes, 11 de agosto de 2017

El complejo de Tetis y de su travestido hijo. La amorosa torpeza de los padres

Iré a buscar al que mató al amigo querido, a Héctor;
y sufriré la muerte cuando lo dispongan
Zeus y los demás dioses inmortales.
Y tú, aunque seas mi madre y me ames,
no me prohibas que pelee,
pues no lograrás persuadirme
(Aquiles a su madre Tetis en Iliada, Canto XVIII)

O ser un dios inmortal en Esciros o ser el mejor de los mortales en Troya. Ese es el dilema, arduo dilema, al que Aquiles en algún momento de su vida deberá hacer frente. Y Tetis, su madre, lo sabía porque el hado Calcante, al poco de nacer su hijo, le hizo la siguiente revelación: primero, que en Troya no habría victoria de los griegos sin la participación de Aquiles; segundo, que Aquiles, de acudir a la lucha con los griegos, moriría en Troya.

En adelante, como madre, Tetis lo hizo bien y mal con su hijo; seguramente tan bien y tan mal como cualesquiera otros padres al conocer el difícil futuro de su hijo, si es que acaso esto fuese posible e incluso deseable.