lunes, 27 de octubre de 2014

La app Photo Math y nuestro modo de enseñar Maths



La polémica está servida una vez más en los ambientes educativos, especialmente entre los profesores de Matemáticas. De nuevo, el mismo escurridizo asunto. ¿Cómo afectan las nuevas tecnologías al proceso de enseñanza y de aprendizaje todavía en uso en la mayoría de los centros educativos?


Desde hace unos días en AppStore está disponible Photo Math. Se trata de una app para smarthphones capaz de resolver, previo fotografiado del enunciado, una operación aritmética de cierta complejidad, incluso una ecuación matemática.

Esta smarth camera no solo facilita el resultado, sino también el desarrollo, paso a paso, del cálculo. En este "detalle" sus programadores encuentran la máxima "virtud" educativa del software.

Tomado por su lado más trivial, la polémica desatada por Photo Math nos hace pensar en cómo de "inteligentes" pueden llegar a ser las chuletas de los escolares del siglo XXI...


Y por su lado más serio, en cómo el imparable progreso tecnológico va a contribuir a que el día de mañana nuestros alumnos sean o bien personas cada vez más inteligentes, o bien lo contrario: "autómatas" escasos de creatividad.

El que lleguen a ser lo uno o lo otro dependerá -en no poca medida- de cómo padres y educadores reaccionemos, no ya ante esta sola aplicación para smarthphones, sino ante la tecnología en general y sus indudables repercusiones educativas.



En un post anterior ya advertí de que en la "segunda revolución de las máquinas" es prioridad absoluta la práctica de una educación afanada en la vertiente más creativa de la inteligencia de los alumnos. Y ello en previsión de que en el futuro puedan ejercer desempeños profesionales difícilmente asumibles por una "máquina".

Ahora, en este post, al hilo de aquella consideración, y so pretexto de la reciente aparición de Photo Math, advierto de que este tipo aplicaciones, tras el giro que el Colegio hace algún tiempo dio en Educación Primaria a su forma de enseñar las Matemáticas, poco nos deben inquietar.


De hecho, la posible irrupción de esta smarth camera en la vida de los escolares solo será un hito más en la serie de los artilugios mecánicos para calcular que el hombre ha inventado con el fin de exonerarse de la vertiente más automática y fastidiosa de las Matemáticas. Por tanto, el que la tecnología siga adueñándose de esa parte no es noticia. El asunto, muy al contrario, viene de lejos.


Sin embargo, es cierto que la profusión tecnológica en que hoy crecen los alumnos, insta a padres y educadores a tener muy claro que el "problema" no es la mecánica solución del algoritmo en cuestión, sino el inteligente planteamiento del mismo ante el reto que es un problema.

Si ya hay calculadoras "inteligentes" (ahora, smarth cameras) que saben resolver hasta una ecuación, es obvio que a los alumnos les habremos de enseñar no solo a operar mecánicamente ese algoritmo, esa ecuación, sino sobre todo a componer la ecuación misma, a elegir el cálculo correcto.


Para aprender Marhs... No a las listas, mejor cuanto más largas, de operaciones, descontextualizadas casi siempre de problemos próximos a la vida real. En cambio, sí a esos problemas que, antes que forzar al alumno a operar rutinariamente, lo fuerzan a ser más inteligentes.

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